Este año el agujero en la capa de ozono se ha formado más tarde y más grande que en los últimos años.
El agujero en la capa de ozono de la Antártida se ha extendido hasta alcanzar una extensión de 28,2 millones de kilómetros cuadrados, un área que supera el tamaño de Norteamérica. Cada año se forma el agujero de ozono, y el registrado este año podría considerarse el cuarto más grande desde 1991.
En la fotografía que acompaña a esta nota se puede observar la representación de la capa de ozono desde dos perspectivas. En el mapa global, los colores azules indican niveles normales de ozono y los colores rojos indican las áreas asociadas con el agujero de la capa de ozono. El perfil verde muestra los cambios en la densidad de la capa de ozono.
Los investigadores indicaron que el área ocupada por el agujero en la capa de ozono este año, es consistente con el entendimiento que se tiene hasta ahora de los mecanismos químicos del agotamiento del ozono y con la caída de temperatura por debajo del promedio en la estratósfera que ayudan a reducir la cantidad de ozono.
El agujero de la capa de ozono se forma cada año entre agosto y setiembre, debido a la acción de formas activas de clorinos y brominos que han sido liberados en la atmósfera como consecuencia del uso de químicos como los clorofluorocarbonos (CFC).
Paul A. Newman jefe de científicos de Ciencias de la Tierra de la NASA, informó que todos los años en setiembre se observa una zona en la que el ozono desaparece con rapidez, alcanzando un agotamiento cercano al 95% hacia el 1 de octubre, pero este año el agotamiento se extendió dos semanas hasta alcanzar cerca del 100% hacia el 15 de octubre.
Este año los científicos han registrado que la densidad de la capa de ozono alcanzó un mínimo de 101 unidades Dobson, el 4 de octubre, en comparación con los 250 – 350 unidades Dobson registradas en 1960, antes que se descubra el agujero en la capa de ozono en la Antártida.
La capa de ozono evita que llegue a la superficie de la tierra radiación ultravioleta que puede causar cáncer de piel, cataratas, suprimir el sistema inmunológico e incluso causar daño en plantas.
Una simulación presentada por Newman en el año 2009, mostró a la prensa la situación que habríamos enfrentado si no se hubiera prohibido el uso de clorofluorocarbonos (CFC) en 1987. Al configurar el simulador con emisiones de 3% anual (un índice considerado conservador), se obtuvieron datos de la densidad que habría presentado la capa de ozono entre 1975 y el 2065. De acuerdo a la información presentada por el simulador, en el 2020, el 17% de todo el ozono habría desaparecido a nivel global, y en el 2040 la radiación ultravioleta habría alcanzado un nivel de 15 (hoy 10 se considera extremo) y el sol produciría quemaduras en solo 10 minutos.
Los estudiantes del área de medio ambiente de FUNIBER contribuyen brindando información a las autoridades sobre los factores que afectan al clima y los potenciales peligros que implica para la salud de las personas el avance de fenómenos naturales como el agujero de la capa de ozono. Solo la adopción de políticas efectivas para el recorte de emisiones de CFC permitirá reducir en las próximas décadas la extensión del agujero de la capa de ozono.
Fuentes:
http://fnbr.es/1ti http://fnbr.es/1tj
Fotos divulgación NOAA: http://fnbr.es/1tk