Estudio permitió identificar que formas alteradas de alfa-sinucleína están asociadas con el desarrollo de la enfermedad
Investigaciones anteriores habían permitido identificar que una proteína llamada alfa-sinucleína tiene relación directa con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, pero hasta ahora no se había estudiado el papel de esta proteína en el funcionamiento de un cerebro sano. Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres, en Reino Unido, muestra que esta proteína regula el flujo de las vesículas sinápticas, las cuales son transportadores celulares que cumplen un papel esencial en la señalización eficaz del cerebro.
Como parte de la investigación se analizaron también formas mutadas de alfa-sinucleína, detectando que la mutación altera la capacidad de esta proteína para regular el flujo de las vesículas sinápticas y por tanto interfiere en el proceso de señalización de entre las neuronas.
Giuliana Fusco, encargada de los experimentos desarrollados informó que ya se había identificado que la alfa-sinucleína tiene un papel en la regulación del flujo de las vesículas sinápticas, dentro del proceso de sinapsis, pero este estudio ha permitido identificar exactamente cómo se realiza el proceso. La investigadora indicó que ahora se sabe que las personas que son portadoras de las mutaciones de alfa-sinucleína son propensas a padecer la enfermedad de Parkinson.
Efecto regulador
Los investigadores indican que el proceso por el que las señales pasan por el cerebro implica una serie de neurotransmisores que se llevan al interior de las vesículas sinápticas, pasando a través de la sinapsis; en este proceso algunas vesículas se mueven a la superficie de la sinapsis, se fusionan con la membrana y sirven como una guía para los neurotransmisores durante la conexión.
Los investigadores identificaron que la alfa-sinucleína cumple un papel esencial en el proceso arriba indicado, porque la proteína tiene la capacidad de adherirse a las vesículas y mantener a algunas en su lugar, mientras se liberan otras. Al almacenarse algunas vesículas de vuelta la proteína actúa como un regulador que asegura que no avancen demasiadas vesículas en un momento dado, pero cuando la alfa-sinucleína es modificada por las alteraciones genéticas, su función de ordenación se ve alterada. Esto se corrobora, porque uno de los indicadores de la enfermedad de Parkinson es un exceso de alfa-sinucleína en el cerebro, produciendo demasiada unión y obstruyendo el proceso de neurotransmisión.
Los investigadores indicaron que todavía no se puede determinar todas las implicaciones de estos hallazgos, pero con más investigaciones se podrá obtener respuestas concretas.
Los estudiantes del área de Gerontología de FUNIBER se mantienen atentos a los avances que se desarrollan en los tratamientos de la enfermedad de Parkinson para dar mayor calidad de vida a sus pacientes.
Fuente: infosalus
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