Personas centenarias utilizan menos estrategias proactivas y más pasivas para solucionar problemas emocionales
Una investigación orientada a analizar la regulación emocional de las personas mayores de 100 años realizó una comparación de los niveles de afectos positivos y negativos, la satisfacción con la vida, la sensación de soledad y las formas de regulación emocional experimentadas por las personas centenarias en relación a personas de los grupos 65 a 74, 75 a 84 y 85 a 94 años. Los resultados muestran entre las personas centenarias una tendencia a reducir el uso de estrategias proactivas y más estrategias pasivas para regular emociones como la tristeza; sin embargo, experimentan mayor satisfacción con la vida en comparación con otros grupos etarios.
Se analizaron los datos de 257 personas que participaron en el estudio.
Entre las personas centenarias se identificó una reducción de la afectividad positiva al comparar la muestra con los grupos de 65 a 74 y de 75 a 84, pero no se experimentó la misma diferencia en relación a personas de 85 a 94 años.
Se identificó que las personas mayores de 100 años experimentan menos sensaciones de afecto negativo y se sienten más satisfechas con la vida, en comparación con los grupos de 65 a 74 años; además, las personas centenarias suelen experimentar una mayor sensación de soledad en comparación con los grupos de 65 a 74 y de 75 a 84 años.
Las personas mayores de 100 años experimentan que reciben menos afecto positivo y tienen una mayor sensación de soledad, pero al mismo tiempo se reducen sus sensaciones de emociones negativas, esto se produce a pesar de las múltiples pérdidas que pueden experimentar las personas al final de sus vidas. Los estudiantes del área de Gerontología de FUNIBER atienden las necesidades psicológicas de las personas de la tercera edad, para lograr que tengan una vida más saludable.
Las personas centenarias indicaron que utilizan menos estrategias proactivas como la expresión o búsqueda de consejo para resolver sus estados emocionales negativos como la tristeza o la ira en comparación con los grupos que abarcan de los 65 a los 84 años. También se indicó que utilizan estrategias pasivas como la evitación, la aceptación o la supresión en mayor medida que el grupo etario antes mencionado; sin embargo el uso de estrategias pasivas no se producía en el caso de la ira. Los investigadores indican que las estrategias proactivas podrían requerir una mayor capacidad cognitiva y funcional, por parte de los individuos, y las limitaciones sensoriales, funcionales y cognitivas experimentadas por las personas centenarias influirían en el proceso de solución de problemas.
Se observa que a pesar de las limitaciones que experimentan las personas centenarias, desarrollan un sentido de resilencia que les permite soportar múltiples pérdidas, mientras se desarrolla una reducción de los afectos negativos y un aumento en la sensación de satisfacción con la vida.