El uso intensivo de redes sociales ha transformado nuestra forma de interactuar y consumir información. Sin embargo, un reciente estudio publicado en Zenodo revela cómo este hábito puede influir negativamente en la salud física y mental, especialmente entre los estudiantes universitarios.
Redes sociales, sedentarismo e hiperactividad mental
El estudio, realizado con una muestra de 2,405 estudiantes de diversas disciplinas como Fisioterapia, Educación Primaria y Ciencias del Deporte, analizó la relación entre el uso de redes sociales, el sedentarismo y la hiperactividad mental. Los resultados mostraron que el uso excesivo de redes sociales está asociado con un aumento en el sedentarismo (β = 0.42; p = 0.015) y en la hiperactividad mental (β = 0.38; p = 0.023). Además, se encontró una relación significativa entre el sedentarismo y la hiperactividad mental, modulada por el uso de redes sociales (β = 0.29; p = 0.042).
Estos hallazgos sugieren que el consumo pasivo de redes sociales, caracterizado por la navegación sin propósito y la exposición constante a estímulos digitales, puede activar de manera excesiva la Red Neuronal por Defecto, una región del cerebro asociada con la autorreflexión y la atención dividida.
Implicaciones para la educación y la salud
El estudio destaca la necesidad de abordar el impacto del uso de redes sociales desde una perspectiva educativa y de salud pública. En el ámbito educativo, es fundamental enseñar a los estudiantes a gestionar su tiempo en línea y fomentar hábitos saludables que combinen el uso de tecnología con actividades físicas y sociales.
Por otro lado, los profesionales de la salud deben estar atentos a los efectos del sedentarismo y la hiperactividad mental en la población joven, promoviendo estrategias de intervención que incluyan la regulación del tiempo en redes sociales y la práctica regular de ejercicio físico.

Recomendaciones para un uso saludable de las redes sociales
1. Establecer límites de tiempo:
Utilizar herramientas que monitoreen y limiten el tiempo en redes sociales puede ayudar a reducir el consumo excesivo.
2. Fomentar el uso activo:
Participar en interacciones significativas y evitar el consumo pasivo de contenido puede minimizar los efectos negativos.
3. Equilibrar actividades:
Combinar el tiempo en línea con actividades físicas, sociales y recreativas contribuye a un estilo de vida más saludable.
4. Promover la educación digital:
Enseñar a los estudiantes a identificar y gestionar los riesgos asociados con el uso de redes sociales es clave para su bienestar.
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Fuente:
Zenodo