José Pacheco es una referencia internacional en modelos educativos a partir de un proyecto implementado en la década de 1970 en Portugal, Escola da Ponte, en la Vila das Aves. Trabaja entre Brasil y Portugal con proyectos y programas educativos. Es autor de libros y artículos.
Le hemos entrevistado en el marco del Día Mundial del Docente, que se celebra el 5 de octubre, para conocer su análisis sobre los desafíos de la formación docente.
En el informe «Desafíos de la Formación Docente» (2023), realizado por FUNIBER y universidades que forman parte de la red, hemos podido observar que existe la percepción de que uno de los desafíos más importantes, señalado por los participantes, se refiere a comprender el papel de los docentes en el contexto actual. ¿Existe realmente un nuevo papel para los docentes? De ser así, ¿qué habilidades serían necesarias para ejercerlo?
Los proyectos humanos contemporáneos no están en línea con las prácticas escolares que aún tenemos. Requieren del diseño de una escuela que brinde a todos y cada uno oportunidades de ser y aprender.
Es urgente concebir nuevas construcciones sociales del aprendizaje que, gradual y prudentemente, sustituyan a un modelo educativo que respondía a las necesidades sociales del siglo XIX, pero que parece inadecuado para el 4.0 contemporáneo.
La escuela necesita un nuevo sistema ético y una matriz axiológica basada en el saber cuidar y convivir. Y los profesionales del desarrollo humano (especialmente docentes), han de estar dispuestos a reelaborar su cultura personal y profesional y posibilitar la transición hacia prácticas basadas en paradigmas de aprendizaje y comunicación.
Las escuelas no son edificios ni aulas. Las escuelas son las personas que participan en la producción conjunta de conocimientos, en espacios sociales de aprendizaje, donde se establecen interacciones humanas, que dan sentido a la vida cotidiana e influyen en las trayectorias de vida.
Es necesario (y posible) experimentar una escuela verdaderamente “pública”. Y, sin descuidar el potencial de la razón, agregarle emociones, porque no se aprende lo que dice el otro, se aprende al otro.
En Brasil, en particular, hay muchas iniciativas y emprendimientos que surgen fuera de los centros educativos, y que a veces son integrados por ellos, que buscan colaborar con la formación de docentes. ¿Cree que esta es una alternativa para superar los desafíos de la formación docente y mejorar los procesos de enseñanza?
En Brasil, como en Portugal, seguimos cautivos de un modelo de formación cartesiano, que impide una religación esencial.
Sabemos que un formador no enseña lo que dice, sino que transmite lo que es, transmite las habilidades en las que está invertido. Sin embargo, todavía hay quienes ignoran la existencia del principio de isomorfismo en la formación, quienes creen que la teoría precede a la práctica, quienes consideran al alumno como un objeto de formación, cuando debería ser tomado como un sujeto en proceso de autotransformación, en el contexto de un equipo, con un proyecto.
Son pocos los proyectos en los que intentamos superar los retos formativos. Arrastramos carencias, flatan prácticas que promuevan una comunicación dialógica y el trabajo en equipo; y sobran culturas de formación individualistas, competitivid negativa, ausencia de lo grupal…
La comunicación, y especialmente el diálogo, es un proceso clave para la formación, información y participación de la comunidad educativa. En relación con los desafíos de la formación docente, ¿cómo debemos abordar la comunicación como parte de la formación docente?
Ambos países (Brasil y Portugal) tienen un sistema educativo obsoleto, basado en la burocracia. Los profesores y estudiantes son objeto de reformas reformadas. Es urgente acabar con el experimentalismo. Los estudiantes y profesores no pueden ser tratados como conejillos de indias de laboratorio.
Creo en los docentes y parto de quienes son, para que se sientan seguros en el proceso de cambio. Intento instalar el diálogo. Aprovecho su formación experiencial. Concedo todo el tiempo y las condiciones necesarias para la autotransformación.
Quizás sólo sea necesario que los docentes, además de competentes, sean éticos, para que se produzca el cambio.
En el marco del Día Mundial del Docente, FUNIBER, a través del área de Acción Social y en conjunto con el área de Formación de Profesorado, ha preparado un contenido especial para analizar los desafíos de la formación docente. Más información.