El vicio en tecnología entre adolescentes, nuevo trastorno mental

Aumentan casos de dependencia a los dispositivos electrónicos, y los adolescentes son las principales víctimas. La OMS reconoce trastornos por juegos electrónicos como enfermedad mental

La cantidad de dispositivos electrónicos a disposición, con contenido diverso, ya sea a través de páginas web, blogs, redes sociales, aplicaciones, canales de video y juegos electrónicos en línea, son atractivos para todos, especialmente para los menores de la casa.

Por todo el mundo, aumentan los casos de trastornos del comportamiento debido a la tecnología, y el uso abusivo de estos dispositivos. De acuerdo con una encuesta realizada por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Salud de España, uno de cada cinco españoles entre 10 y 25 años sufren de trastornos debido al consumo de tecnología.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en 2018 por primera vez que el trastorno por videojuegos y juegos electrónicos puede suponer un deterioro y ser reconocido como enfermedad mental. Mark Griffiths, psicólogo de la Universidad Nottingham Trent, dijo que esta clasificación puede alentar a los centros de salud de todo el mundo a evaluar estrategias de tratamiento específicas.

El vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Celson Arango, está de acuerdo. En una entrevista al diario El País, comentó que la falta de un protocolo dificulta el diagnóstico. «Hay que saber diferenciar entre consumo excesivo y vicio, que es cuando la persona pierde el control y sufre porque, aunque quiera parar, no logra», explica.

Hace un año, se inauguró en España el primer centro pensado en prevenir y tratar casos de dependencias a los dispositivos electrónicos. El director del Centro de Vicios Tecnológicos de la Comunidad de Madrid, José Moreno, afirma que parte del problema surge de la familia. «Con tres años le dan la tableta para comer o para calmarlo de una rabieta. Esto significa enseñar al niño a regular sus emociones a través de un aparato», dice.

Según Moreno, pueden reconocer tres síntomas comunes: comidas irregulares, fuera de hora; malos hábitos de sueño y abandono de las responsabilidades.

El psiquiatra del hospital Puerta de Hierro, Hilario Blasco, resalta que entre los adolescentes, la formación del cerebro, aún muy vulnerable a estímulos, favorece el desarrollo del vicio. «Los adolescentes tienen menos frenos, el lobo frontal – la parte del cerebro responsable de la regulación de los impulsos, no terminó de formarse. No todos quedan viciados, los que tienen buenas habilidades sociales o practican más deportes son más resistentes «, afirma para el diario español.

La psicóloga del Instituto Superior de Estudios Psicológicos Clínicos, Yolanda Veraaconseja a los padres llevar a sus hijos al psicólogo cuando ya no logran controlar los horarios de conexión, o genera un conflicto familiar serio. «También es conveniente buscar ayuda profesional cuando la adición es la prioridad en la vida del hijo y por eso, delega responsabilidades, cómo hacer deberes, estudiar, o dejar de hacer actividades agradables por continuar conectado, como puede ser salir con los amigos o jugar» , dice.

Para una capacitación adecuada para la evaluación, asesoría e intervención, el profesional puede contar con la Maestría en Intervención Psicológica en el Desarrollo y la Educación, patrocinado por FUNIBER, que capacita al estudiante en un sector profesional amplio (educación, familia, trabajo social, salud público, etc.).

Fuentes:

Os dependentes de telas: o “vício sem substância” que começa aos 14 anos

OMS já considera vício em games como transtorno mental