En la escuela, los años finales son una etapa importante en la que los alumnos pasan por grandes cambios en este período. ¿Cómo deben los profesores prepararse para manejar esta etapa?
En los años finales de los estudios escolares, es importante que, tanto las escuelas como las secretarías de educación y las universidades, puedan entender de forma articulada las demandas del escolar cotidiano y las necesidades de formación docente, para dar respuestas adecuadas a esta franja etaria.
Los profesores deben tener conciencia de las necesidades de desarrollo físico, emocional y social vividas en la adolescencia, y sus impactos sobre el aprendizaje. Por eso, los profesores deberían tener una formación adecuada sobre las investigaciones y los datos relacionados con esta etapa de la vida, además de conocer asuntos de interés de los adolescentes y sus temas más comunes: sexualidad, música, movimientos culturales, ciudadanía, derechos humanos, drogas…
Otro aspecto importante que se debe tener en cuenta en la formación de los profesores es la visión integral de la Educación Básica: trabajando la cuestión de la formación continua e incluyendo discusiones para esta etapa final sobre pedagogía, psicología y didáctica. Los profesores deben realizar una educación que contemple diversos factores como el intelectual, el socioemocional, el físico y el cultural.
Las clases deben contener prácticas pedagógicas alineadas con la contemporaneidad, de forma activa e interactiva. Así, los docentes pueden facilitar entre los alumnos la actitud proactiva y comprometida con el propio aprendizaje. Cada vez más se debe entender al profesor como un mediador del conocimiento, que estimula y presenta los recursos pedagógicos apropiados.
En este sentido, el dominio de la tecnología para la práctica educativa es esencial. Los profesores deben tener habilidades para usar recursos digitales y conocer los equipos tecnológicos necesarios en el aula.
Así mismo, es fundamental ofrecer condiciones dignas para el trabajo del profesor. El centro educativo debe garantizar que el equipo técnico-pedagógico esté completo y bien formado, con profesionales que puedan dar soporte a los profesores como monitores. Para el cuidado de la salud de los profesores, la escuela debe tener estrategias de acogida, apoyo emocional y auxilio de profesionales de la Educación Física para ofrecer actividades de prevención a los profesores.
El centro educativo también debe valorar a los profesionales y crear programas que den visibilidad a las prácticas exitosas y posibilidades de bonificación de acuerdo con el desarrollo de los alumnos.
Con los programas del área de Formación de Profesorado, patrocinados por FUNIBER, los docentes pueden capacitarse para un trabajo eficaz en la educación.
Fuente: Professores: Como formar professores para os Anos Finais
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