Durante la primera parte de 2021, hemos visto el aumento de mujeres en la dirección de grandes empresas. Irlanda fue el país que lideró este movimiento, seguido de Estados Unidos y Singapur.
La elección de un mayor número de mujeres en puestos de dirección muestra el impacto de las demandas sociales de igualdad de género en la cultura empresarial. Estas tendencias también acompañan a los cambios en los términos legales, en las políticas públicas y en las decisiones de invertir en nuevas perspectivas.
La Universidad de Harvard, así como la consultora Deloitte, sostenían ya en 2020 que las empresas con mujeres en los consejos de administración mostraban mejores resultados financieros.
«Debemos formar parte de los consejos de administración por muchas razones, la primera, por derecho», dice Beatriz Corredor, para El País, una de las únicas mujeres que preside una empresa del Ibex35.
Estrategia Europea para la Igualdad de Género 2020-2025
Según el documento elaborado por la Comisión Europea, en Europa las mujeres sólo ocupan el 7,5% de las presidencias de los consejos de administración y el 7,7% de los puestos ejecutivos.
Esta presencia es aún más escasa en las empresas tecnológicas, donde sólo dos de cada diez profesionales son mujeres.
Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Comisión Europea ha elaborado un plan estratégico con acciones políticas y objetivos para avanzar sustancialmente hacia una Europa con más igualdad de género. Entre las medidas hay algunas relacionadas con la transparencia salarial.
La autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó el año pasado el documento La autonomía de las mujeres en un escenario económico cambiante en la que plantea varias cuestiones sobre la representación de las mujeres en el sector productivo.
Los avances en esta región también son indiscutibles, como señala el informe, pero aún persisten las desigualdades de género, principalmente relacionadas con la violencia, la sobrecarga de trabajo no remunerado y las diferencias salariales.
Según el documento, las mujeres están poco representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, lo que limita sus posibilidades de una mejor inserción económica, así como su influencia en los negocios.
Según el estudio, el 50,1% de las mujeres de la región trabajan en empleos no cualificados o de servicios, que están muy automatizados.
«Para avanzar en la consecución de la autonomía y los derechos de las mujeres en el contexto actual, es necesario adoptar un enfoque integral y transformador de las políticas públicas. Hay que analizar la interacción entre las políticas macroeconómicas, productivas, de innovación, climáticas y de empleo con las políticas de cuidados, educación, migración, salud y erradicación de la violencia contra las mujeres, y avanzar en la superación conjunta de estos retos», propone la CEPAL.
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Fuentes:
A mayor número de mujeres directivas, mejores resultados financieros
La autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes
Estrategia para la igualdad de género
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