José Carlos Casillas, catedrático de la Universidad de Sevilla (España), ha advertido que únicamente el 8,9% de las empresas familiares de España han diseñado un protocolo familiar.
Los llamados protocolos son acuerdos a los que llegan los miembros de una empresa familiar con el objetivo de evitar litigios entre ellos. Como explica el catedrático José Carlos Casillas, “lo de menos es el papel que sustenta el acuerdo, las cláusulas en su versión literal. Lo relevante es el diálogo que debe haber tras dicho texto, las concesiones y renuncias en aras del consenso y sobre todo, la compresión de la complejidad de las relaciones entre la familia y la empresa”.
No obstante su utilidad, acreditada en multitud de casos según Casillas, el número de empresas familiares españolas que se han dotado de uno es ínfimo. Así, sólo el 8,9% de estas organizaciones ha diseñado un protocolo familiar.
Es más, los datos aportados por el catedrático español revelan que, en el 77,8% de los casos, los ejecutivos de la empresa no lo consideran necesario. Incluso hay un 3,7% de empresas familiares que no han oído hablar aún de los protocolos.
Para Casillas, estos datos son fruto de dos factores. En primer término, el experto ha señalado la poca visión estratégica de los empresarios del país. De este modo, ha manifestado que “muchos empresarios familiares rehúyen las conversaciones sobre los temas que no quieren hablar. Evitan el conflicto presente, ocultándolo en el día a día, aun sabiendo que llegará el momento en que aflore”.
Por eso, la preparación de un protocolo ha de implicar “hablar de lo que se desea y de lo que no, con quien apetece y con quien no, escuchar lo que gusta y lo que no, y asumir que la empresa es algo más que la voluntad de una sola persona”, ha añadido.
En esta línea, los alumnos de la Maestría en Dirección Estratégica de Empresas Familiares patrocinada por FUNIBER redactan un protocolo familiar como parte del programa formativo de la titulación. De esta forma, aprenden a elaborar un instrumento capaz de resolver los conflictos que se pudieran suscitar en el seno de una compañía familiar, así como a valorar su importancia.
Por otra parte, Casillas ha criticado la “visión excesivamente jurídica de muchos de los protocolos familiares que se hacen en nuestro país”. Así, ha apostado por la creación de un protocolo individualizado para la compañía. El experto ha insistido en que tomar el protocolo de otra empresa y adaptarlo no sirve de nada, porque “cuando se hace de este modo, ni es útil, ni tendrá vigencia en el tiempo”.
Fuente: ¿Debe hacer mi empresa un protocolo familiar?
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