Los avances tecnológicos en las ciudades pueden beneficiar al medio ambiente, pero también pueden crear mayores desigualdades para los residentes.
Durante el proceso de creación de «Smart Cities», las desigualdades se intensifican. Los ingresos de una persona suelen determinar su entorno y su vivienda, pero con los avances tecnológicos, esto no ha hecho más que aumentar.
Una «ciudad inteligente» se define como aquella que utiliza la tecnología digital y las infraestructuras modernas para aumentar la eficiencia y la comodidad de los residentes. Lo ideal es que estos avances tecnológicos también controlen el consumo y reduzcan las emisiones de carbono.
Por ejemplo, en Yokohama, Japón, han creado un sistema de coches eléctricos compartidos para reducir las emisiones y contribuir a la crisis climática. Además, en Singapur han respondido al agotamiento del suministro de agua implantando NEWater. Este sistema purifica el agua usada para proporcionar agua potable. Estas zonas son relativamente más ricas y pueden intentar que estas tecnologías sean accesibles para todos.
Por otro lado, algunas naciones perjudican a la clase baja con sus avances digitales. Por ejemplo, en Kigali, la capital de Ruanda, están trabajando en una «Ciudad Visión». Esta ciudad contaría con barrios dotados de tecnología, además de WIFI gratuito en la plaza y alumbrado público alimentado por energía solar. Desgraciadamente, durante estas renovaciones, los residentes fueron desalojados a la fuerza de sus hogares y las casas se vendieron para obtener beneficios.
Otro ejemplo de cómo la tecnología favorece la desigualdad ocurrió en la ciudad de Makassar. Aquí se está implementando un servicio de telemedicina, pero este se dirige a personas con la tecnología que les permite aprovechar estos servicios. Algunas personas no pueden permitirse teléfonos móviles para participar y son condenadas al ostracismo por ser la comunidad urbana más pobre.
Para hacer frente a esta segregación en las zonas urbanas, las ciudades deben considerar primero las necesidades socioeconómicas de los residentes. Además, pueden ofrecer plataformas para aumentar la transparencia sobre las infraestructuras y los planes de datos geográficos. Aunque es importante aplicar los avances tecnológicos para ayudar al medio ambiente, también hay que atender las necesidades de las personas de todas las clases sociales.
FUNIBER ofrece oportunidades para estudiar más sobre proyectos urbanos e innovación a través de su programa de becas. Algunos programas que patrocina son la Maestría en Proyectos de Arquitectura y Urbanismo y la Maestría en Desarrollo de Proyectos de Innovación y Producto.
Fuente: How «Smarter» Cities Can Exacerbate Inequity
Foto: Todos los derechos reservados