Desde el nacimiento del Slow Food, no han dejado de emerger otros movimientos relativos a este concepto como el concepto slow en el diseño de interiores. El Slow Food promueve el consumo de productos regionales y/o locales y una gastronomía puramente tradicional en contraposición de la comida rápida (Fast Food) sumamente industrializada de nuestros días.
El concepto se ha convertido ya en una filosofía o Movimiento Slow que intenta cultivar un pensamiento de toma de control del tiempo para fomentar un disfrute del momento, dejando a un lado la cultura consumista que impera en nuestra sociedad para dar paso a una toma de consciencia del momento presente.
El Slow Design hace referencia a un conjunto de acciones dirigidas a vivir de forma diferente en una sociedad consumista presa del tiempo y del estrés, alejada del desarraigo a la naturaleza y a nuestros orígenes más básicos, dedicando más tiempo y recursos a las relaciones sociales, los espacios verdes y lugares en los que poder deleitarse de la futilidad de la vida.
La expresión defiende el bienestar individual, social y medioambiental, así como la autenticidad en estado puro. Igual que su predecesor en el sector gastronómico, el Slow Design se abastece de elementos locales, tradicionales y de reúso y/o del reciclaje en la medida de lo posible.
Se trata de un proceso holístico, reflexivo y respetuoso con el medioambiente y todos los agentes involucrados en un proyecto. El proceso de creación de diseños lentos o slow requiere de un desarrollo largo y premeditado, cuidadoso y contemplativo donde se respeten todos los implicados en la cadena de producción asegurando su bienestar, desde el uso responsable de las materias primas extraídas hasta el momento final o muerte del producto mediante el reciclaje.
La cultura local o regional son siempre la fuente de inspiración y eje fundamental, así como la participación colaborativa en los procesos lentos, que fomentan un incremento de la autoestima y ventura de quienes intervienen en su desarrollo.
Se podría decir, que el concepto slow en diseño de interiores, así como su integración personal, requieren también de una adaptación lenta. Esta filosofía se extiende a sectores innumerables de entre los cuales se encuentra incluso el diseño de proyectos de interior.
El Slow design requiere de una atención plena y única en cada uno de los proyectos, ya sea en materia de diseño de interiores o exteriores, atendiendo a los requerimientos específicos del demandante, fomentando el diálogo y el entendimiento entre las partes que permitan diseñar un trabajo exclusivo.
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Fuente: Qué es el diseño lento o «slow design»
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