El anuncio de la venta de las Google Glass captó la atención de la mayoría de la población. La creación de un dispositivo de visualización de realidad aumentada por la gran empresa informática ha sido uno de los inventos más esperados, pero a pesar del interés inicial el proyecto se ha ido retrasando y reinventando.
Los constantes cambios en el proyecto
Tras tres años del anuncio inicial, las Google Glass tendrán que enfrentarse a un mercado mucho más hostil del que se planteaba. Google ha decidido dar de baja su programa actual de Exploradores, ese era el nombre que se le daba a los desarrolladores de aplicaciones. Además, el proyecto de las gafas deja de formar parte de Google X, el laboratorio de experimentación, para pasar a tener entidad propia.
Las Google Glass no se diferencian tanto de otros prototipos de dispositivos electrónicos y sus constantes cambios, no son algo tan inusual. Pero el hecho de hacerlos públicos constantemente no suele ocurrir a menudo. Este invento plantea una visión que merece la pena explorar, pero Google sin duda, cometió un error al hacer el plan tan visible y dar mucha publicidad a un proyecto inacabado.
Las posibles funciones
La primera aplicación evidente parece el mundo de la empresa, donde los requisitos y expectativas son diferentes. Otros de los escenarios donde las Google Glass podrían establecerse con fuerza son el shopping virtual, gracias a otros proyectos como la aplicación para el Banco Sabadell, pensada para cobrar cheques con solo hacer un gesto y los quirófanos, donde las gafas de realizada aumentada podrían ser de gran ayuda, como se ha demostrada en el Hospital Clínic de Barcelona donde se ha realizado una intervención de trasplante de riñón utilizando las Google Glass.
Esta última posibilidad está ganando fuerza, como lo demuestran la aplicación que está creando la compañía farmacéutica Almirall, que pretende facilitar el trabajo de los médicos ya que podrán consultar ciertas dudas que les surgan o nuevos avances, con las manos libres para seguir operando. También facilita la trasmisión de cirugía abierta a menos coste, estas ventajas han hecho que la Universidad de Stanford se interese en este tipo de proyectos.
La competencia crece
Pero Google no es el único que se ha lanzado a investigar la realidad aumentado, sus competidores más cercanos son Microsoft y Magic Leap, tanto el proyecto de Hololens como el de la otra compañía aún están en proceso de formación, pero la reformulación de las Google Glass sitúa los tres proyectos en el mismo punto.
Cuando Google se internó en este proyecto, la idea del Andoid Wear era muy novedosa, pero actualmente muchas empresas se han sumado a esta tendencia y han logrado dispositivos como los relojes inteligentes que realizan las funciones que inicialmente iban a realizar las Google Glass pero a un precio menor y ya están situadas en el mercado.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Google es el reto de ajustar al precio al mercado actual, recordando que los relojes inteligentes rondan los 250 dólares frente a los 400 o 500 que estiman que sea el precio de las Google Glass. Otra dificultad es la desconfianza y rechazo del mercado, que tras tres años de noticias ha perdido su interés inicial y se comienza a minusvalorar el proyecto.
Por Nuria Ortiz de los Salmones
Bibliografía
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/el-gadgetoblog/2015/03/23/en-el-limbo-de-google-glass.html
http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2015/01/17/actualidad/1421488568_625466.html
http://www.antena3.com/noticias/salud/hospital-clinic-barcelona-pionero-usar-google-glass-trasplante-rinon_2015040800302.html