Investigadores procedentes de China, India y Suiza trataron de averiguar si las diferencias culturales influyen en la aceptación de la carne cultivada en lo que respecta a la sostenibilidad y la seguridad.
Recientemente, los investigadores han completado un estudio exploratorio sobre las actitudes de consumidores hacia el futuro de la carne cultivada. Los participantes en el estudio procedían de cuatro países: China, India, Colombia y Suiza. Del estudio, los investigadores dedujeron que la idea de la carne para muchas personas se centra en “las partes musculares de los animales”. Sin embargo, según el origen cultural del participante, no todos los animales o partes de animales se consideraban carne.
El estudio pretendía identificar las dudas y preocupaciones de los consumidores sobre la carne cultivada. La carne cultivada se cultiva en un laboratorio a partir de células animales. A veces se denomina carne cultivada en laboratorio o limpia. La carne cultivada no requiere el sacrificio de animales ni tiene el gran impacto medioambiental que tiene la agricultura animal tradicional.
Muchos de los participantes en el estudio veían la carne cultivada como una tecnología en lugar de como un alimento. Las emociones y concepciones en torno a la carne cultivada solían estar condicionadas por los antecedentes culturales. Los participantes también sopesan los beneficios potenciales percibidos frente a su escepticismo sobre la seguridad y valor nutricional.
El estudio se realizó porque mientras la población mundial aumenta a un ritmo constante de 85-90 millones de personas que nacen cada año, el consumo de carne no lo hace. La Organización para la Concentración y el Desarrollo Económicos ha constatado que el consumo de carne ha aumentado por encima del ritmo de crecimiento de la población. Otros estudios han demostrado que el consumo de marisco y pescado ha aumentado de forma similar. Dado que se prevé que la población mundial alcance los 9.000 millones de habitantes en 2050, la industria cárnica tendría que aumentar su productividad entre un 50 y un 73% para mantener la demanda actual.
Las proyecciones y los modelos de aumento de la población mundial han demostrado que los sistemas alimentarios mundiales pueden proporcionar una nutrición suficiente para 10.000 millones de personas en 2050. Pero, estos modelos muestran que será casi imposible lograrlo incluso con pequeños aumentos en el consumo de carne y lácteos.
Los efectos de la pandemia de COVID-19 amenazan el suministro de alimentos de las poblaciones vulnerables y la carne cultivada podría convertirse en una solución más viable para muchos consumidores mundiales. En diciembre de 2020, Singapur fue el primer país del mundo en aprobar la venta de carne cultivada en laboratorio.
El estudio reveló que muchos de los participantes asociaban la carne cultivada con sus posibles beneficios en materia de salud y sostenibilidad. La aceptación generalizada de la carne cultivada todavía se está adaptando a medida que se producen más investigaciones y cobertura. El 90% de los participantes en el estudio declararon estar dispuestos a integrar la carne cultivada en su menú, en diferentes grados. Más de la mitad de ese grupo sustituirá por completo la carne tradicional o incluiría ambos tipos de carne en proporciones iguales en su dieta.
A lo largo del estudio, los participantes mostraron que hay una falta sustancial de información que el consumidor medio tiene sobre la carne cultivada. Lo que puede mostrar que la aceptación general de la carne cultivada aumentaría con la educación general.
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Fuentes: El concepto cultural de carne, Singapur aprobó la carne cultivada, Estado de la alimentación, Producción de mariscos