¿Qué hemos aprendido del 2020 y qué retos tenemos para el 2021?

FUNIBER consulta a docentes de la red universitaria en la que participa para saber cómo analizan los aprendizajes de 2020 y qué cambios puede haber en diferentes áreas para el 2021.

Salud, en el centro de la atención

El equipo docente del área de Salud y Nutrición, explica cómo la pandemia originada por el Coronavirus SARS-CoV-2 ha impactado en gran medida en la salud de la población mundial y ha marcado nuestro día a día. Se han vivido tiempos difíciles:

 

  • Los profesionales de la salud han demostrado una gran valentía y valía, pero también se ha evidenciado la fragilidad de los sistemas sanitarios y la necesidad de su refuerzo. La toma de decisiones fue extrema, llegando a tener que valorar no solo la priorización sino a qué pacientes destinar los recursos sanitarios.
  • Los altos índices de obesidad, hipertensión arterial, diabetes…  han contribuido de manera importante en el aumento de la mortalidad por coronavirus. El estado de salud previo de las personas debería ser una prioridad de las políticas de salud públicas.
  • Las personas mayores y vulnerables han sido los principales afectados. Este hecho, ha evidenciado la necesidad de una mayor y mejor atención a las personas mayores y la necesidad en otorgarles la importancia que se merecen.
  • Hemos tenido que distanciarnos y se han acrecentado situaciones de soledad.

Sin embargo, la denominada “nueva normalidad” también ha originado una serie de aspectos positivos y nuevos aprendizajes como los siguientes:

  • La comunidad científica ha unido sus esfuerzos para tener mejor conocimiento del COVID-19. Fruto de este trabajo colaborativo internacional se han desarrollado las tan esperadas vacunas contra el COVID-19 en un tiempo récord, que afortunadamente ya se están administrando a la población.
  • Se ha valorizado la importancia de la responsabilidad de las personas en el cuidado de su propia salud, partiendo de la prevención. Los cambios que hemos tenido que realizar en nuestra vida cotidiana (distancia social, uso de la mascarilla, lavado de manos, confinamiento domiciliario, teletrabajo, etc.) ha hecho que seamos más conscientes de la importancia de mantener unos hábitos de vida saludable y en muchas ocasiones han existido cambios en nuestra alimentación, práctica de actividad física, medidas higiénicas, entre otros.
  • Somos más conscientes sobre la importancia de los actos y cuidado de la salud a nivel individual, pues tienen un gran impacto no solo en la salud personal sino también en las personas de nuestro entorno, especialmente aquellas con situaciones de fragilidad y vulnerabilidad.

El reto de los profesionales de la salud es seguir estudiando el COVID-19 para conseguir superarlo, posicionar a las personas mayores en el lugar que se merecen, y que la población, no decaiga, y siga con su mejora de sus hábitos de vida para el mantenimiento de un óptimo estado de salud en todos los sentidos: alimentación suficiente y equilibrada, práctica de actividad física de forma regular, mantenimiento de un equilibrio emocional y prácticas de higiene adecuadas.

 

 

Medio Ambiente, logros y pérdidas

El coordinador del área de Medio Ambiente, el Dr. Eduardo García, nos explica que “la crisis del Covid-19 ha tenido unas repercusiones agridulces desde el punto de vista ambiental. Por un lado, ha acentuado las desigualdades sociales y favorecido la producción de plástico de un solo uso y, por otro lado, ha puesto en evidencia el sistema de producción intensivo de crías -posibles focos de enfermedades zoonóticas y, en consecuencia, de coronavirus-, la pérdida de biodiversidad y la fragilidad de las políticas y actuaciones gubernamentales en relación al medio ambiente. En efecto, unos pocos meses de pandemia y confinamiento han hecho más que décadas de actuaciones políticas, declaraciones de intenciones y cumbres sobre el cambio climático, además de observar el retorno de la fauna al lugar ocupado por las ciudades; una reducción de las emisiones de NO2 debidas al tráfico rodado y a la aviación; disminución de la contaminación acústica y la prohibición del comercio de animales salvajes, en definitiva, una mejora de la relación con el medio natural.

Es de esperar que se saque una lección y reflexionar sobre lo aprendido durante este proceso. La mejora ambiental ocasionada por el coronavirus no puede estar ligada a las terribles consecuencias económicas, sociales y morales que está dejando la pandemia.  El precio es demasiado alto. Tenemos en nuestra mano la oportunidad de adoptar soluciones de compromiso que permitan compatibilizar la producción con el respeto al medio ambiente, adoptando compromisos reales y buenas prácticas. No la desaprovechemos.”

 

Psicología, más que necesaria

Desde la Psicología Clínica, nos explica la profesora y Dra. Silvia Quer, que “la atención psicológica a través de internet se ha visto no sólo consolidada, sino que ha aumentado. La mayoría de profesionales se han adaptado a las circunstancias y ya ofrecen de manera permanente una atención a distancia. La pandemia ha provocado un aumento de malestar psicológico, y la respuesta por parte de los profesionales ha sido positiva ofreciendo sus servicios online: se ha seguido atendiendo a las personas que ya asistían a terapia y se ha llegado a más gente. Incluso, aunque la situación epidemiológica sigue siendo crítica, en momentos de mayor apertura o vuelta «a la normalidad», algunos terapeutas manifiestan que sus pacientes en varios casos han preferido mantener las sesiones a distancia.

La profesora Vanessa Yélamos Torres cree que “si algo hemos visto desde los programas de Coaching, durante este este tiempo de pandemia y de la mano de los alumnos, es la necesidad de mantener ese ‘autocuidado de nosotros mismos’, para poder mantenernos en equilibrio y plenitud ante las adversidades que nos ha traído el 2020. Hemos pasado tiempos complicados en los que nos hemos visto confinados, aislados, enfrascados en tareas tan mecánicas y repetitivas como cocinar, estar por los niños con los deberes del cole, el teletrabajo… que para muchos ha sido difícil encontrar algo que nos sacara (por un tiempo limitado) de esa monotonía, de ese bucle y que, a la vez, nos hiciera sentir tanto bien.

Carmen Lili Rodríguez Velasco, coordinadora académica internacional, y Julién Brito, docente del área de Recursos Humanos, nos explican que “en el ámbito de la Psicología Organizacional y Recursos Humanos la situación de la pandemia ha ampliado y extendido el teletrabajo si bien existen empresas y sectores donde su implantación es incipiente, o bien se ha apreciado el retorno a la modalidad presencial cuando la situación epidemiológica lo ha permitido. Los procesos de adaptación a estas nuevas condiciones de trabajo a distancia, cuando son acompañados efectivamente por el área de Recursos Humanos, tienen mayores perspectivas de una implantación favorable para todos los involucrados: personal, departamentos y empresa.

Desde este ámbito también se ha apostado por el uso de herramientas tecnológicas para desarrollar las diferentes funciones que caracterizan el papel de la psicología en las organizaciones y en el área de Recursos Humanos. Si bien esta no es una práctica derivada de la situación de pandemia, el contexto actual ha favorecido el interés por la informatización de procesos de selección y evaluación del desempeño, o bien el diseño y realización de la formación en la modalidad online.

Por supuesto, además de oportunidad, este escenario constituye un reto para los profesionales de la Psicología, quienes deben ser capaces de conocer las nuevas herramientas y adaptarlas creativamente a los contextos organizacionales donde realizan su labor”.

 

Empresas, oportunidades y visión emprendedora

Como nos explica Emmanuel Soriano, profesor del área de Empresas, de la red universitaria en que participa FUNIBER, “bajo la visión del pesimismo, un escenario de bonanza o uno adverso siempre representará dificultades para crear buenas ideas de negocio, porque su esencia se basa en la negatividad, pero, por otro lado, un emprendedor con visión al menos optimista, siempre verá oportunidad en la desgracia, ejemplo de ello son las empresas que se han reinventado e innovado para la subsistencia durante la pandemia, y han dejado valiosas experiencias para los emprendedores en el periodo post pandemia, algunas de ellas:

  1. Hasta en las circunstancias más adversas, siempre habrá un mercado que demandará productos y/o servicios en todos los segmentos, y dependerá más de la astucia de los emprendedores el satisfacer dichas necesidades, que, de las circunstancias del momento, es decir, siempre hay oportunidades para emprender de forma exitosa, solo hay que saber diseñar la curva de valor adecuado, para el momento y lugares adecuados.
  2. Las TIC, en complemento con el teletrabajo, ofrecen un sinfín de posibilidades y aceleraron la transición de los negocios convencionales hacia los digitales o los híbridos. Según la revista Forbes, el 80% de empresas adelantó su transformación digital por Covid-19. La mitad de los CEO a nivel mundial, consultados por KPMG, creen que dichos cambios se han producido en «meses» y actualmente se encuentran «años» por delante. Un caso de éxito notable es Lingokids -start-up española especializada en contenidos digitales- que suma 11 millones de nuevos usuarios de su app en inglés para niños en 2020, posicionándose como una herramienta de referencia para el aprendizaje desde casa durante la pandemia.
  3. Desde un punto de vista económico, la demanda se contrajo durante la pandemia como no lo había hecho desde la Segunda Guerra Mundial, lo que, en términos de consumo, para el periodo post Covid-19, representa solamente cosa: mayor crecimiento y derrama económico, aumento del consumo, mayor circulación de bienes y aumento del poder adquisitivo de los compradores, lo que para el emprendedor implica, lógicamente, mayores ingresos.

El mundo post pandemia se presenta como uno de oportunidades y retos que, sin duda, otorgará sus mayores beneficios para quien tenga el ímpetu, primero, de atreverse, y segundo, de analizar e invertir en los mejores nichos de mercado.

El profesor Soriano, destaca como posibilidades para el próximo año, los 14 nichos más interesantes y rentables para emprendedores, de acuerdo con el portal Gestión:

  1. Servicios de limpieza como desinfección de restaurantes, lugares públicos, oficinas, etc.
  2. Servicios de delivery por el miedo a salir a la calle.
  3. Autocines para evitar contacto, pero seguir viviendo la experiencia del cine.
  4. Tiendas de alimentos locales para evitar aglomeraciones en supermercados.
  5. Tiendas de licores y vinos en sustitución de bares convencionales.
  6. Servicio de catering en reemplazo de restaurantes
  7. Negocios de productos en conserva como resguardo de alimentos en caso de rebrotes y eventualidades.
  8. Creadores y vendedores de videojuegos que mantienen el ocio en casa.
  9. Negocios de equipos de ejercicios para evitar visitar gimnasios.
  10. Negocios de paisajismo y jardinería cuyo objetivo es dedicar tiempo en casa cuidando el hogar.
  11. Negocios de repostería y cocina como hobby saludable en casa.
  12. Negocios de suscripción de café que garantiza el suministro a consumidores en casa.
  13. Fabricantes de mascarillas en todas sus modalidades.
  14. Servicios de telesalud para evitar riesgo de contagio en hospitales o falta de atención por saturación.

 

Gestión de Proyectos

Los resultados de un proyecto son naturalmente evaluables desde tres aspectos que lo definen: tiempo, costo y calidad. Los proyectos en su planificación definen qué tiempos requerirán para su materialización, qué recursos se necesitarán y qué alcance tendrá el mismo, estos tres elementos definan la calidad de los productos o entregables del proyecto. El Covid-19 ha impactado negativamente en la mayoría de los proyectos en algunos de estos aspectos, y por tanto ha afectado lo que se reconoce como el triángulo de calidad del proyecto. Veamos de qué forma se ha producido esta afectación:

Tiempos/ Plazos: en la mayoría de los proyectos en ejecución o proyectos en vías de desarrollo, los tiempos de realización o finalización se han visto afectados por los confinamientos necesariamente dispuestos por gobiernos o por cambios en las modalidades de trabajo determinados por las propias empresas.

Recursos/ costos: La aplicación de protocolos para poder realizar las actividades, ha supuesto incrementos en los costos de las mismas; también la logística ha implicado un aumento en los costos, ya sea para la movilidad de personas o recursos, o para habilitar la posibilidad de desempeñar funciones en lugares que no contaban con las condiciones edilicias para hacerlo, en función de las nuevas exigencias.

Alcance/ entregables: Los cambios en las condiciones antes descritas, y el hecho de contar con menos tiempo y en ocasiones con menos recursos, ha afectado la calidad de los resultados alcanzados.

Por otro lado, también pueden verse impactos positivos generados por la pandemia, en algunos casos, la situación ha llevado a acelerar la virtualización o digitalización de gestiones, procedimientos y demás actividades que no tenían motivos para ser exigidas en modalidad presencial. También el teletrabajo, en rubros en los que no ha sido afectada la producción, podría entenderse como un fenómeno positivo producto de la condición de aislamiento.

 

Las competencias digitales: recursos e investigación

Como comenta la coordinadora del Área de Formación del Profesorado, la Dra. Silvia Pueyo, si algo ha puesto de manifiesto la pandemia de la Covid-19 en todos los ámbitos en general, y en especial, el educativo, es que estamos menos preparados tecnológicamente de lo que pensábamos para hacer frente a los diferentes desafíos que plantea el mundo actual.

En estos tiempos de emergencia sanitaria, si bien el profesorado en general está realizando un gran esfuerzo por adaptar la enseñanza presencial a una docencia en línea de calidad cuando así se le requiere, lo cierto es que se está encontrando con muchas dificultades. Por un lado, en muchos casos, la competencia digital del profesorado se ha demostrado ser deficiente; pero por otro, tampoco dispone de las infraestructuras ni los recursos adecuados que se lo faciliten.

Si se quiere mejorar en este sentido, es imprescindible que las administraciones inviertan en recursos y formación. De manera que el profesorado no se limite a replicar las clases presenciales en un contexto de docencia en línea y no se aumenten las desigualdades sociales derivadas del hecho de que no todo el alumnado puede acceder a herramientas tecnológicas básicas que le permitan aprender en línea de forma satisfactoria.

La creciente demanda de programas formativos dirigidos al desarrollo de las competencias digitales del profesorado pone de relieve su interés y motivación personales por estar a la altura. Ahora hace falta que las administraciones no se queden atrás y también lo estén.

Desde el Área de Formación del Profesorado se resalta la importancia de desarrollar una visión interdisciplinar y, en esta línea, la Dra. Juliana Azevedo, profesora del área y miembro de la Comisión Académica del Doctorado de Educación, destaca que la era Covid-19 también ha puesto de relieve la necesidad de que el profesorado esté formado en competencias socioemocionales. Un nuevo paradigma que originará nuevos y más completos modelos de formación docente a distancia.

Por su parte, la Dra. Andresa Sartor, coordinadora de los programas de Educación del área, nos explica que además de poner el foco en la práctica docente, esta situación ha potenciado todavía más los proyectos de investigación e innovación educativo en el ámbito de la tecnología. En este sentido, en el Área de Formación del Profesorado destaca el proyecto I+D Koulu, en el que se ha desarrollado un servicio de formación docente para el trabajo con elearning en las aulas de educación primaria. El proyecto, iniciado antes de la pandemia, se vio obligado a tomar una orientación distinta en virtud de las nuevas necesidades que iba presentando el profesorado.

El equipo docente del área reconoce que el cambio de escenario y entornos formativos ha podido generar estrés y desconcierto entre el profesorado, pero están seguros de que la modalidad de enseñanza a distancia se está viendo fortalecida y de que la calidad de los programas cada vez será mayor.

Por último, la Dra. Vanessa Anaya, coordinadora de los programas de formación de profesores de lenguas del área, comenta que, en el ámbito de la enseñanza de lenguas extranjeras, muchas escuelas de idiomas han tenido que cerrar sus puertas. “No es fácil tener que pasar, de la noche a la mañana, de una enseñanza completamente presencial a una enseñanza 100% en línea. Creo que muy pocos centros estaban preparados para algo así. En mi opinión, la pandemia ha puesto de manifiesto que la enseñanza de idiomas en línea es el futuro y que, por lo tanto, hay que tomarse mucho más en serio la investigación en este sentido. La creación de plataformas digitales de aprendizaje y la inversión en investigación son más necesarias que nunca”, nos comenta la profesora Anaya.

 

El año de la comunicación digital

El año de 2020 estuvo marcado, sin lugar a duda, por la comunicación digital. Los periodos de aislamiento, el teletrabajo, la educación a distancia y el cierre de muchas actividades presenciales hicieron que las personas pasaran a comunicarse fundamentalmente utilizando recursos digitales.

Los niños vieron la necesidad de cambiar las aulas y los patios de las escuelas por sesiones de trabajo grupal online utilizando plataformas de videoconferencia. Los jóvenes también dejaron de ir a la universidad y pasaron a estudiar en modalidad 100% online. Luego, gran parte de los trabajadores pasaron a trabajar en casa, utilizando sus ordenadores y móviles, y realizando reuniones a distancia. Y finalmente los más mayores tuvieron que utilizar las aplicaciones móviles y de videoconferencia para hablar con familias, amigos y sentirse más acompañados.

En el ámbito empresarial no fue diferente: siempre que posible, se optó por el teletrabajo y por la transformación digital, creando nuevos canales de comunicación con los clientes. La gestión de la salud pasó igualmente al ámbito digital, con la creación de aplicaciones y servicios de atención online, sobre todo para el seguimiento de casos de infección por el COVID-19.

No obstante, esta migración en escala a lo digital no estuvo exenta de dificultades. La brecha digital, la dificultad de ejecutar innovaciones en procesos ya establecidos y la ausencia de habilidades comunicativas hicieron que muchos procesos e iniciativas no hayan tenido éxito o hayan tardado demasiado tiempo a adaptarse al nuevo contexto. Sin embargo, es una realidad que vino para quedarse y quien no esté presente en el ámbito digital seguramente no podrá crecer, tener un buen posicionamiento en el mercado o acompañar la evolución de la sociedad.

En este sentido, desde el área de Comunicación, el equipo docente ha apostado por la formación en comunicación y marketing digital, con la oferta de nuevos cursos. En 2021 el proceso de digitalización seguirá creciendo y tener una formación adecuada es la mejor manera de entender esta nueva realidad y aprender a moverse en ella es una realidad. El paso a lo digital ya no es una opción, es una necesidad.