En entrevista, dos especialistas de la red universitaria de FUNIBER comentan sobre la influencia de la psicología y la alimentación en nuestros hábitos, como marco de la nueva especialización en Psicología y Psicopatología de la Nutrición
Los trastornos de la conducta alimentaria vienen multiplicándose en los últimos años, sobre todo entre adolescentes. De acuerdo con datos recientes, al menos 70 millones de personas sufren de estos trastornos en el mundo. Los datos ya sugieren una situación preocupante, y algunos lo llaman epidemia.
Para afrontar la situación, profesionales sanitarios buscan soluciones que conecten la psicología a la conducta alimentaria. A partir de mayo, FUNIBER empieza a patrocinar una nueva especialización en Psicología y Psicopatología de la Nutrición con el objetivo de ampliar la oferta formativa en este sector.
Hemos entrevistado a dos especialistas, que forman parte de la red universitaria en la que FUNIBER colabora, para conocer más detalles sobre el vínculo entre la alimentación y los aspectos psicológicos:
Dra. Priscilla Almeida – Doctora en Biomedicina, especialista en Nutrición Deportiva y nutricionista. Trabaja hace 13 años con atención nutricional individualizada. Es profesora de la Universidad Internacional Iberoamericana y colabora como profesora en el Doctorado en Nutrición de UNINI y el la Especialización en Psicología y Psicopatología de la Nutrición de la Universidad Europea del Atlántico.
Dra. Laura Natalia Pérez – Doctora en Ciencias Cognitivas y Lenguaje, psicóloga, psicoterapeuta y coach con más de 10 años de experiencia en la atención clínica. Es coordinadora del Doctorado en Psicología y Directora académica del Máster en Psicología Clínica y de la Salud, de la Universidad Internacional Iberoamericana (UNINI – MX).
¿Cómo están asociados los aspectos psicológicos y la alimentación?
Dra. Priscilla Almeida – La alimentación y los aspectos psicológicos están estrechamente relacionados, de tal manera que es prácticamente imposible trabajar cambios en el estilo de vida sin considerarlos. La gran mayoría de las personas sabe cuáles son los hábitos que forman parte de un estilo de vida saludable. Sin embargo, no son capaces de aplicar estos hábitos en la propia rutina. Está claro que no se trata simplemente de “saber lo que hay que hacer” sino que existen aspectos influyentes mucho más complejos.
La presencia y la ausencia de alimentos/nutrientes funcionan como mensajes que son expresados a nivel fisiológico mediante la estimulación de neurotransmisores. Los alimentos condicionan nuestro estado emocional que a su vez, condicionan nuestras decisiones, y así se forman los ciclos (hábitos), que pueden ser buenos o no, en función del estilo de vida.
Dra. Laura Natalia Pérez – Concuerdo con Priscilla en que la alimentación y los aspectos psicológicos están profundamente ligados. Esto es así para la población en general, pero más específicamente en el campo clínico para las personas que sufren trastornos de la conducta alimentaria. Es importante señalar que ninguno de estos trastornos existía como categoría diagnóstica previamente a 1968, cuando se les incluyó por primera vez en el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). Desde entonces y hasta el día de hoy podemos observar una gran incidencia y prevalencia de estos trastornos en la población, principalmente femenina. De hecho, en la última versión del DSM se incluyen los trastornos como la
¿Cuáles son los problemas más frecuentes relacionados con aspectos comportamentales a los que un profesional puede enfrentarse en consulta?
Dra. Priscilla Almeida – Una de las principales dificultades que observo en mis pacientes se relaciona con la capacidad de desarrollar actitudes coherentes con sus objetivos y a la vez, de consolidar hábitos de forma consciente y definitiva en el tiempo. La mente quiere una cosa, el cuerpo otra. El desafío del profesional está en orientar y tratar este paciente para que él logre alinear estas voluntades desencontradas.
Es importante resaltar que las dificultades en cambiar hábitos y comportamientos no son características sólo de las personas con trastornos alimentarios. Es una realidad común, vista en diferentes grados.
Dra. Laura Natalia Pérez – Por lo que concierne a la parte clínica, la mayor prevalencia e incidencia la tienen Anorexia y Bulimia. Afortunadamente, hoy contamos con protocolos terapéuticos específicos para estas afecciones y con buena información sobre su caracterización, de manera que el profesional puede enfocar mejor la ayuda. Sabemos que para el tratamiento es indispensable contar con un equipo multidisciplinario, pues los trastornos alimentarios son altamente complejos e involucran el área nutricional, médica, psicológica y psiquiátrica.
¿De qué manera, tener más conocimientos sobre la relación psicología/nutrición, puede determinar las acciones de un profesional y los resultados de un paciente?
Dra. Priscilla Almeida – No cabe duda que determina de una forma muy positiva a ambas partes. En muchas situaciones, simplemente por no saber manejar adecuadamente estos aspectos, un profesional puede llegar a ignorar su existencia y seguir insistiendo en una práctica habitual sin resultados.
Técnicas de orientación psicológicas bien aplicadas y especialmente, ajustadas al perfil del paciente pueden cambiar totalmente su perspectiva hacia el tratamiento favoreciendo de forma significativa su adhesión al mismo.
Dra. Laura Natalia Pérez – Completamente de acuerdo con lo que señala Priscilla. Cuando tratamos personas que padecen Trastornos de la Alimentación es aún más fundamental tener mejor comprensión de la problemática de los pacientes para generar propuestas terapéuticas mejores, más efectivas.
¿Hasta qué punto cree que la publicidad condiciona las decisiones de sus pacientes?
Dra. Priscilla Almeida – Considero que puede afectar de manera positiva y negativa. La parte buena es que nunca tuvimos tanta información disponible, la mala es que entre tanta información, hay cabida para informaciones de calidad pero también muchísimas informaciones dudosas, que en lugar de ayudar, sólo confunden. En este contexto sugestionado, lleno de caminos, estilos y modelos considerados “ideales”, la persona que no sepa gestionar y filtrar todo esto, se convertirá en rehén de tendencias en las redes sociales.
Nosotros, profesionales sanitarios, aparte de terapeutas, somos también canales de comunicación considerados referentes para el público en general. Aprovechar esta posibilidad de manera intencionada, orientando de forma responsable y coherente al público en general, puede ser una alternativa para intentar minimizar la problemática del exceso de información.
Dra. Laura Natalia Pérez – Desde el punto de vista clínico, la publicidad se considera como un factor social que influye sobre la aparición y permanencia de los trastornos de alimentación. Si bien está comprobado que estos trastornos son multicausales y que tienen a la base un tipo de personalidad específico y una serie de rasgos personales, se puede decir que los cánones de belleza que reflejan una delgadez extrema se convierten en reforzadores sociales de una preocupación estética profunda en los pacientes con estos trastornos.
No obstante, así como la publicidad y los artistas famosos pueden ejercer una influencia negativa sobre los consumidores, también pueden convertirse en modelos de rol positivos. Actualmente vemos como muchas actrices de Hollywood o cantantes de talla mundial han decidido reivindicar una belleza natural, oponiéndose a que se apliquen filtros en sus imágenes. Esto permite que las adolescentes que están en busca de referentes externos encuentren en ellos cuerpos de todo tipo y todas las tallas, lo cual puede tener un impacto positivo en la autoestima, la autoaceptación, la inserción social y en la autoimagen.
Por último, y tal como decía la Dra. Priscilla, los profesionales de la salud a menudo nos convertimos nosotros mismos en modelos de rol y guías para nuestros pacientes. Desde nosotros podemos hacer promoción y prevención en salud, ayudando no sólo a tratar los trastornos una vez han aparecido, sino a informar y aconsejar oportunamente para evitar su aparición.
Para más información: FUNIBER patrocina la nueva especialización en Psicología y Psicopatología de la Nutrición