La variedad de productos lácteos y productos similares ha crecido rápidamente, hoy se pueden encontrar productos de origen vegetal que, por su sabor, son similares, pero tal vez se deben tener en cuenta algunas consideraciones adicionales al momento de elegir una alternativa que sea nutritiva y saludable. Elpais.com presenta en una nota las alternativas disponibles en el mercado español y destaca los beneficios que se pueden obtener de los nutrientes de cada una de las variedades que podrían suplir a la leche de vaca.
Las normas establecidas por la Unión Europea solo permiten el uso de la palabra “leche” para hacer referencia a la de origen animal e incluso se obliga a etiquetar el producto cuando no procede de una vaca, por ejemplo en el caso de la leche de cabra. Las “leches vegetales”, como las obtenidas de las almendras, arroz o avena deben tener una etiqueta en la que se indique que es una “bebida vegetal” o “bebida láctea”, pero en Latinoamérica se utilizan nombres como leche de soya o leche de almendras.
De acuerdo a un informe conjunto elaborado por la Fundación Española de Nutrición y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), la leche aporta a nuestro organismo hidratos de carbono y proteínas de alto valor biológico, como lactosa, además proporciona calcio, fósforo, magnesio y otros minerales. El aporte de vitaminas también es importante, gracias al consumo de leche una persona recibe vitaminas A, D y las vitaminas del grupo B.
En España el consumo de leche semidesnatada en el 2013 alcanzó el 42,6% de la leche envasada. De acuerdo a Ángel Gil, presidente de la FINUT, el consumo de leche baja en grasa es conveniente en casos de sobrepeso u obesidad y para personas mayores de 65 años que desean controlar la ingesta de grasas saturadas. Para los menores de 4 años la dietista-nutricionista Patricia Nevot recomienda la leche entera, a menos que un médico indique que no es conveniente.
La leche sin lactosa no es recomendable para todos, Ángel Gil indica que la lactosa tiene funciones importantes en el organismo, como permitir la absorción del calcio y mejorar la microflora intestinal, por tanto el consumo de leche sin lactosa se debe restringir a las personas que han sido diagnosticadas con intolerancia a esa sustancia.
La leche de cabra es recomendada por la Fundación Española de Nutrición para personas con problemas digestivos, en casos de problemas hepáticos úlceras o gastritis. También puede ser una alternativa para personas que son alérgicas a la leche de vaca, pero en esos casos su consumo debe ser supervisado por un médico.
La “leche” de origen vegetal
Han surgido en el mercado muchas variantes como sustituto de la leche, en Latinoamérica se comercializan bebidas a base de soja, arroz, avenas o almendras, que pueden ser utilizados por las personas alérgicas a componentes de la leche, o aquellos que siguen una dieta vegetariana. Ángel Gil no recomienda sustituir la leche de vaca, porque la leche de origen animal tienen un 98% de proteínas de alto valor biológico, mientras que la leche de soja tiene un 70%.
Otras bebidas de origen vegetal como la leche de avena, arroz o almendras, podrían contener proteínas con un valor biológico menor al de la soya, por esta razón el profesor Gil recomienda consumir alimentos que proporcionen proteína como los huevos o el pollo. Además los especialistas recomiendan consumir las bebidas de origen vegetal que en la etiqueta indiquen que son enriquecidas con vitamina B12, vitamina D y Calcio.
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