Se puede reducir la obesidad en personas con discapacidad intelectual

Hasta ahora se ha asumido la relación entre discapacidad intelectual y obesidad como algo normal. Un estudio desarrollado por la Universidad de Illinois indica que el riesgo de sobrepeso extremo entre las personas con discapacidad intelectual es hasta cuatro veces mayor al del resto. Pero no existe un factor genético que establezca una predisposición para el desarrollo de la obesidad entre las personas con discapacidad intelectual, se trata solo de malos hábitos de alimentación y una pobre rutina de ejercicio.

Fernando Fernández-Aranda, investigador del CIBERobn, miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y responsable de la unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital de Bellvitge de Barcelona, indica que el sobrepeso puede incrementar la probabilidad de que el paciente padezca de enfermedades cardiovasculares y diabetes, empeorando su pronóstico.

El especialista manifiesta que «Es necesario promover la actividad física y mejorar los hábitos alimentarios en las personas con discapacidad porque se puede controlar su peso», y resaltó que se debe intentar prevenir la obesidad de estos pacientes desde una edad temprana y procurar revertir el incremento de peso para evitar complicaciones posteriores.

Cuando se procura ayudar a bajar de peso a una persona con discapacidad intelectual, se debe tener en cuenta que algunos pacientes tienen un comportamiento impulsivo, o requieren de gratificación inmediata; además se debe tener en cuenta los casos en los que podrían influir los medicamentos que toman algunos pacientes para controlar problemas conductuales. A estos factores se suma la protección de la familia y la creencia de que no pueden participar en actividades deportivas, lo cual resulta falso.

Fernández-Aranda indica que un estudio realizado en la Universidad de Cambridge, con personas con deficiencia mental, demostró que el 26% de los participantes logró una reducción de 2,3 kilos de peso y 0,8 en el índice de masa corporal.

El especialista señala que el binomio entre obesidad y discapacidad ha sido tradicionalmente olvidado, pero es un problema que reduce la calidad de vida de las personas con deficiencia mental.

Es necesario desarrollar más estudios relacionados a este tema, resalta Fernández-Aranda, pero también es importante desarrollar «estrategias específicas» que permitan acercar programas de actividades deportivas y alimentación saludable para las personas con discapacidad.

Fuente:
http://www.elmundo.es/salud/2014/06/06/53919047e2704e42188b457e.html

Foto CC:
Seminário: Síndrome de Down - 21-03-2014

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dieta, nutrición, salud