Todos somos radiactivos, pero no es algo malo

Mucha gente tiene miedo de la radiación: piensan en ella como una energía nuclear invisible y mortal. Pero lo que la mayoría de la gente no sabe es que la radiación es natural y, de hecho, la vida aquí en la Tierra sería imposible sin ella.

La energía nuclear es simplemente el aprovechamiento de la radiación natural para nuestro uso. Aunque la radiación es una toxina, los seres humanos han evolucionado para vivir con dosis bajas de ella. Sólo las dosis altas de radiación son perjudiciales. 

Hace más de 14.000 millones de años, el Big Bang generó radiación en forma de átomos conocidos como radionúclidos primordiales. Estos átomos forman ahora parte de todo el universo, incluidas las rocas, los minerales y el suelo de la Tierra. La descomposición de estos átomos proporciona una fuente de calor en el interior de la Tierra que es capaz de mantener el campo magnético terrestre, esencial para mantener la vida en este planeta.

Las plantas absorben esta radiación del suelo y se encuentra sobre todo en alimentos como los plátanos, las judías, las zanahorias, las patatas, los cacahuetes y las nueces de Brasil. Luego comemos estos alimentos y algunos de ellos permanecen en nuestro cuerpo, haciéndonos ligeramente radiactivos. 

Los seres humanos han tenido que evolucionar para vivir con esta radiactividad natural. Nuestras células han tenido que desarrollar mecanismos de protección que estimulan la reparación del ADN en respuesta a los daños causados por la radiación.

La radiación es también una herramienta esencial en la industria médica. Por ejemplo, utilizamos material radioactivo para diagnosticar y tratar a los pacientes en «medicina nuclear» y la radioterapia sigue siendo uno de los métodos más importantes para tratar el cáncer. 

FUNIBER promueve estudios en el área de Salud y Nutrición. Algunos de estos programas son:

Fuente:

Por qué todos tenemos radiactividad (y no debe preocuparnos)

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