Con el aumento de las oportunidades en las ciudades, se producen impactos negativos en el medio ambiente y la calidad de vida de los residentes. Las ciudades deben empezar a abordar estos problemas y prepararse para el aumento de la población.
Las ciudades están creciendo a un ritmo excesivo, pero esto puede dañar el medio ambiente y afectar al bienestar de quienes viven en una ciudad abarrotada. La gente está emigrando a las ciudades en busca de mayores oportunidades. De hecho, según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, se prevé que alrededor del 70% de la población mundial vivirá en ciudades para el año 2050. A pesar de esta migración masiva, sólo el 13% de las ciudades tienen viviendas asequibles y, por tanto, más de 800 millones de personas viven en barrios marginales. Esto provoca desigualdades sociales, por no hablar de los daños al medio ambiente.
Por ejemplo, en España, el 85% de la población vive en sólo el 30% de su territorio. Esto conlleva un uso increíble de la energía y dificultades con los recursos hídricos y la gestión de residuos en estos espacios concentrados. Con el progresivo crecimiento de las ciudades, hay que centrarse en crear una economía verde con energías renovables. Esto puede, a su vez, disminuir los efectos ambientales negativos del aumento del consumo de energía. Más del 70% de la energía producida en el mundo se consume en las ciudades. Esto crea la necesidad de que las empresas energéticas locales y las soluciones de autoconsumo se adapten a la necesidad.
A medida que las ciudades siguen creciendo, deben considerar la naturalización urbana, la atenuación del ruido y hacer hincapié en una calidad del aire adecuada para permitir este aumento de la población. Esto podría adoptar la forma de infraestructuras verdes y azules para aumentar la biodiversidad. Además, hay que llevar la naturaleza a las ciudades. Añadiendo zonas verdes y plantando árboles, las ciudades pueden contribuir al entorno natural de una manera más sostenible.
Al considerar el crecimiento de las ciudades y si estas zonas pueden soportar el aumento de la población, hay que tener en cuenta cuatro cosas. En primer lugar, el flujo migratorio de personas hacia las ciudades contribuye a la descompensación territorial y aumenta la vulnerabilidad urbana, al tiempo que acelera el cambio climático. También debe haber un mantenimiento de las energías renovables para acomodar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Además, las ciudades deben considerar la logística de los bienes y servicios necesarios para mantener a la población. Por último, debe haber una gestión oportuna de los avances tecnológicos en cada una de estas áreas para apoyar una ciudad en crecimiento.
Dado que la migración a la ciudad continuará, las ciudades deben considerar cómo apoyar este crecimiento de manera saludable y segura.
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Fuentes: ¿Pueden las ciudades seguir creciendo de forma ilimitada?
What is green and blue infrastructure?
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