Gobierno de la ciudad de Barcelona, en España, desarrolla acciones para la educación de la población en el control de la contaminación sonora
¿Hasta qué punto el ruido podría afectar de forma negativa a la salud y a la calidad de vida de las personas? A pesar de que el sonido puede ser medido y determinado, el efecto sobre cada uno depende de diverso factores; por ejemplo, la edad o la manera que cada persona reacciona a las interferencias sonoras.
Pero cuando un sonido molesta a una gran mayoría de personas, entonces es considerado como contaminación acústica. Puede causar estrés, provocar trastornos del sueño, dificultar la capacidad de concentración y aprendizaje, y afectar el sistema nervioso y cardiovascular.
El principal receptor de los estímulos sonoros en el cuerpo humano es el sistema endócrino que produce cortisol y otros corticosteroides. Un ruido a partir 45 dB ya puede ser considerado nocivo a la salud humana. Para tener una idea, un grupo de amigos charlando en un bar podría superar este valor.
Ruidos como patrimonio
Por otra parte, los ruidos pueden representar también riquezas culturales propias del entorno en que vivimos. La fuente de agua de la plaza, por ejemplo, puede ser considerada un patrimonio sonoro.
Con la conciencia de esta cuestión, el gobierno local de la ciudad de Barcelona, en España, ha desarrollado un plan de reducción de la contaminación acústica y un mapa del ruido, de acuerdo con directrices de la Unión Europea. El objetivo del programa es evaluar el ruido ambiental de la ciudad y llevar a cabo una política comunitaria que pelea contra la contaminación sonora.
Para el desarrollo de estas acciones, el gobierno va a realizar una actividad en diez zonas de la ciudad e invitar a los vecinos a descubrir los sonidos suaves que están a su alrededor. Además, están previstas actividades formativas para que los ciudadanos midan los ruidos urbanos en el tránsito, comparando el sonido con la presencia de autos y sin éstos.
A pesar de la principal fuente de ruido venir del tránsito y de las zonas comerciales e industriales, el Ayuntamiento de Barcelona ha desarrollado una lista de consejos y buenas prácticas para la reducción del ruido.
En casa o en el trabajo:
- Insonorizar los espacios de casa donde se realizan actividades ruidosas.
- Distribuir los espacios de manera que las áreas de descanso queden aisladas del ruido.
- Hacer obras de la manera menos ruidosa posible, y evitar en las horas de descanso.
- Elegir aparatos menos ruidosos para reducir el impacto acústico.
- Evitar golpes en la puerta u otros objetos contra la pared.
- Educar a los perros para que los ladridos no molesten la vecindad.
- Tener cuidado en la hora de organizar fiestas privadas para que no afecten el descaso de los moradores.
- Utilizar los aparatos de televisión y radio a volúmenes que no enojen a los vecinos.
- Tener cuidado con el uso de electrodomésticos en la hora de descanso nocturno.
En la calle:
- Manejar pacíficamente, evitando aceleraciones innecesarias.
- Usar la bocina sólo cuando sea realmente necesario.
- Los profesionales que conducen vehículos con sirena, deben usarlas con moderación y responsabilidad.
- Mantener el buen estado de los vehículos y controlar los ruidos.
- Los motociclistas deben revisar el tubo de escape y evitar aceleraciones bruscas.
En los programas del área de Medio Ambiente, patrocinados por FUNIBER, la gestión ambiental desarrollada por las políticas públicas es analizada de manera que ésta garantice sostenibilidad económica y bienestar social.
Fuente: Barcelona sensibilizará a la ciudadanía para que haya menos ruido en la ciudad
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