Experto analiza la importancia de la participación ciudadana en la construcción de la ciudad sostenible
La ciudad es planeada por profesionales del área de Arquitectura y Urbanismo que deben ofrecer soluciones racionales al cotidiano de los ciudadanos urbanos. Pero esta planificación no es una práctica separada, llevada a cabo solamente por el conocimiento técnico. Debe ser también fruto de un trabajo de consenso entre grupos y sectores sociales diversos.
En el artículo escrito por el Doctor en Urbanismo, Fernando Murillo, publicado este mes en el diario argentino Clarín, el arquitecto propone algunas cuestiones claves que se deben tener en cuenta cuando se realizan proyectos urbanísticos. “La vocación democrática de los ejercicios de participación pública, para ser legítima, debe representar a todos los sectores de la sociedad, especialmente aquellos más vulnerables”, ha afirmado. Para él, la participación ciudadana es el talón de Aquiles del urbanismo.
Conocido como urbanismo participativo, la práctica presenta ciertos temores. Para Murillo, los gobiernos locales muchas veces temen perder el control, mientras las inmobiliarias son más adeptas a las decisiones rápidas y rentables, y las asociaciones de moradores temen los resultados de los cambios en el barrio y la región. El experto recuerda, sin embargo, que la invitación a la participación puede representar una oportunidad para fortalecer y legitimar la planificación urbana si hecha con instrumentos adecuados.
Murillo deja como ejemplo de experiencia de éxito una llamada a la población para participar de la revisión del código de ordenamiento urbano con relación al asentamiento en las ciudades Luján, Escobar y Salta, en Argentina. Frente a la ausencia de políticas concretas apoyadas por los vecinos, hubo nuevos procesos de asociación para solucionar temas relacionados a las normativas urbanísticas. El resultado ha dejado claro que existe mucho potencial de los ciudadanos en mejorar y regular los asentamientos urbanos, y que hay posibilidades de articulación.
“La tentación de planificar desde la comodidad y seguridad de los escritorios, implica perder la oportunidad de entender y trabajar con intereses contrapuestos”, afirma el Doctor Fernando Murillo. Los gobiernos deben entender que la gestión de la ciudad debe pasar por la co-creación para garantizar los derechos de participación y el desarrollo de la sustentabilidad.
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Fuente: http://fnbr.es/2wl
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