El activismo en torno a las personas mayores debería tener un papel más importante en la sociedad, ya que muchas veces es una etapa de la vida muy juzgada y calificada injustamente de desdichada.
Este estereotipo sobre la vejez se impone, distorsiona y se magnifica como resultado de prejuicios que la ven como una época de pérdida o inevitabilidad, pero también resulta de ciertas convenciones, como la creencia de que sólo las personas mayores pueden ser consideradas interlocutores legítimos y los autorizados para comprender y defender estas experiencias. Ya que para quiénes no lo han vivido no pueden controlar ni imaginar lo que va a suceder.
Es por todo ello que, según Francisco Olavarría Ramos, se puede contemplar la vejez como un destino, y el proceso de envejecer como el camino que crea igualdad. Además, teniendo en cuenta como se trata a las personas mayores, se podría decir que, en ocasiones, se les excluye respecto al resto de la sociedad.
Los derechos, injusticias y sinrazones a las que se enfrentan las personas mayores son variadas. Una de ellas es que, mientras existen científicos que se empeñan en luchar contra el envejecimiento, reparando el dolor que este proceso se supone que genera; los especialistas siguen sin conseguir una convención internacional sobre los derechos de las personas mayores.
La edad parece ser el factor y la demanda menos importante cuando se trata de la alienación o privación de derechos causada por la exclusión social. Por esta razón, los políticos deberían actuar al respecto y proteger a los más vulnerables.
Hay que tener fe en que el cambio demográfico hará avanzar lo que el mundo académico y las sociedades científicas no han logrado, es decir, la inclusión de la vejez y sus derechos en la agenda política en todos los niveles de gobierno: internacional, nacional y local. Eso sí, sin recurrir a los típicos clichés que vinculan el envejecimiento con la fragilidad o la soledad.
La gerontología no puede ser un campo minoritario o conformista porque trabaja para crear una sociedad donde la inclusión y la justicia no sean vistas como ideales utópicos, como lo han sido hasta ahora.
FUNIBER promueve estudios en el área de la gerontología, para una formación continua de los profesionales que trabajan en este campo. Un ejemplo es la Maestría en Gerontología.
Fuente: La vejez es un asunto político
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