El acercamiento de niños a personas de la tercera edad mejora sus niveles de compromiso y bienestar
Algunos centros geriátricos están desarrollando una práctica innovadora en el tratamiento de sus residentes, les permiten interactuar con niños. El efecto que tienen los niños en un centro geriátrico es significativo, las personas de la tercera edad elevan sus niveles de compromiso, ganan mayor vitalidad, se despiertan sentimientos de alegría y pasan mucho tiempo interactuando con los pequeños. Esta práctica incluso está ayudando a pacientes con Azheimer.
Cada vez más centros de cuidado de adultos mayores realizan alianzas estratégicas con centros de cuidados de menores para organizar actividades en conjunto que beneficien tanto a los niños como a las personas de la tercera edad. Los adultos interactúan con los menores en un programa regular que incluye lecturas, actividades con rompecabezas, juegos de mesa y más.
Hasta el momento hay pocos estudios sobre los beneficios que se pueden lograr en centros de cuidado intergeneracional, pero se ha identificado que las personas con algunos tipos de demencia como el Alzheimer logran mayor nivel de compromiso positivo en su interacción con los niños, los adultos sonríen más y se tornan más conversadores en contacto con los niños, los adultos con demencia pueden enseñar a los niños a clasificar por formas y colores o cómo limpiar objetos. Los niños que participan experimentan menor número de problemas de comportamiento y mejora su desarrollo social.
El desarrollo de actividades intergeneracionales no es sencilla, pues requiere de un buen nivel de planificación y cuidados, considerando que los niños y los ancianos, sobre todo aquellos con algún tipo de demencia, pueden tener comportamientos impredecibles.
Se debe informar a todas las partes que participan en este tipo de programas y lograr un control adecuado de todos los detalles de las actividades para evitar incidentes.
Se requiere que los locales en los que se ejecutan este tipo de actividades tengan un espacio adecuado para atender a todos los participantes.
Las personas que tienen hijos menores pueden regalar un poco de alegría a personas internadas en centros de cuidado de adultos mayores con demencia o pueden visitar a aquellas personas de la tercera edad que permanecen en sus casas. Todos los involucrados se obtienen beneficios, de la misma forma que las personas que realizan actividades de voluntariado elevan su sensación de felicidad al participar en actividades de ayuda a terceros.
Los estudiantes del área de Gerontología de FUNIBER se forman para identificar estrategias que permitan mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
Fuente: qmayor
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