La «soledad maligna» es una situación que puede causar en las personas mayores de 65 años enfermedades físicas y psíquicas. Investigaciones recientes indican que el 10% de las personas mayores se encuentran en una situación de soledad que afecta su estado de salud, y el 70% de las personas de dicho grupo padecen de problemas mentales asociados al aislamiento. Estos datos fueron dados a conocer en las XX Jornadas de Actualización en Psicogeriatría.
El doctor Manuel Martín Carrasco, director del instituto de Investigaciones Psiquiátricas del Hospital Hermanas Hospitalarias, afirma que la soledad puede afectar el funcionamiento del cerebro de una forma similar al estrés crónico. Como consecuencia del deterioro del sistema inmunológico y endocrino, surgen enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, un incremento del número de infecciones, ansiedad o depresión.
Abordar la soledad requiere un tratamiento personalizado, en el cual es necesario identificar el tipo de socialización que aprendió el individuo. De acuerdo a las investigaciones, la socialización se fija en la mente entre los cero y los tres años; en dicha etapa se consolida el tipo de relaciones que la persona establecerá en el futuro. Si la persona establece una forma de socializar temerosa, entonces entenderá sus relaciones desde la dependencia o el control.
Las intervenciones en estos casos procurarán restaurar la actividad social del anciano y mejorar su red de contactos, involucrando a la persona en actividades grupales, como por ejemplo el voluntariado. Los estudiantes del área de gerontología de FUNIBER se preparan para identificar las mejores estrategias para brindar una mejor calidad de vida a las personas de la tercera edad.
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