La Psicología, imprescindible en el aula

La formación en psicología se torna necesaria para trabajar en el aula

Para ser un buen profesor hoy en día no basta con licenciarse o graduarse en Magisterio sabiendo los aspectos básicos de las materias que se van a enseñar. Además es necesario que el docente tenga un buen nivel de inglés, como para cualquier otro trabajo en el mercado laboral actual, y competencias en Psicología, algo de lo que no se habla tanto como del inglés. Dichas competencias, según propone INED21, un medio digital dedicado a la educación del profesorado, se podrían dividir en las tres categorías a saber:

Habilidades de comunicación
Saber hablar de manera correcta y adecuada no implica saber comunicar. Pero sí son dos habilidades con rasgos en común y muy necesarias para cualquier trabajador que habla en público. Por ello, un buen docente debe tener una buena capacidad comunicativa. Esto implica tanto un dominio del lenguaje verbal como del no verbal. Y, por muy obvio que sea, no debemos olvidar la necesidad imperiosa de perder el miedo escénico.

Habilidades de motivación
En muchos países son habituales los casos de abandono escolar. España es líder de la Unión Europea en este aspecto a pesar de que se está reduciendo la tasa. Viendo esto, es fundamental que los docentes sepan motivar a los alumnos y lo hagan de manera efectiva. Pero para motivar a un niño o adolescente que está expuesto a multitud de distracciones en el día a día no llega con la voluntad del profesor, sino que también hacen falta conocimientos sobre estrategias y tipos de motivación.

Reconocer las diferencias individuales
En este aspecto ya se habla más puramente de Psicología, puesto que la enseñanza actual debe ir dirigida a cada uno de los alumnos y no a la clase en su conjunto, reconociendo las características individuales de cada alumno. Esto además es muy útil para saber cómo enfocar la motivación de la que hablábamos anteriormente en cada alumno. Reducir el ratio de alumnos por clase facilitaría esta individualización de la educación.
Afortunadamente, la psicología ligada a la educación está ganando importancia y ya se incluyen asignaturas de este tipo en las carreras universitarias. Pero, ¿qué pasa con los profesores actuales que no han cursado asignaturas de ese tipo? Una propuesta sería la formación continua de los profesores que ayude a solucionar ese problema (y otros que puedan existir) para mantener así a los docentes en un proceso de aprendizaje constante y mejorar la calidad de la educación, pues de ella depende el futuro de nuestros hijos.

Autor: Raúl Serandi Manuel