Cuando un alumno estudia en un país donde el idioma oficial no es su idioma nativo, hay algunas situaciones que pueden dificultar el aprendizaje, la relación con las tareas y las instrucciones de las clases, e incluso la posibilidad de lograr buenas cualificaciones y oportunidades profesionales.
¿Deberían estos alumnos hacer sus clases escolares solamente en el idioma oficial? ¿O deberían ellos tener enseñanza mediante lectura de otro material y contenidos en el mismo idioma nativo? ¿Deberían las clases aportar algunas explicaciones o materiales en las lenguas nativas?
En el artículo publicado en la revista “American Educator“, el profesor de educación de la Universidad de Stanford, Claude Goldenberg, sustenta la búsqueda continuada de respuestas para estas preguntas, mediante investigaciones rigurosas y de calidad, para garantir prácticas educativas basadas en un conocimiento contrastado y racional.
El profesor utiliza como referencia los dos mayores estudios desarrollados en los Estados Unidos a respecto del escenario del alumno de la lengua inglesa (con deficiencias en el idioma, parciales o totales, para aprender) en los entornos escolares en el país.
Una de las investigaciones se llevó a cabo en el 2006 por National Literay Panel (NPL) y la otra por investigadores asociados al Center for Research on Education, Diversity and Excellence (CREDE). Los dos estudios representan los mayores esfuerzos para fechar e identificar las prácticas de enseñanza a alumnos aprendices de inglés y establecer un escenario que los ayude lograr éxito escolar.
Pese a las diferencias de metodología, algunas conclusiones se podrían resumir. El profesor plantea tres:
– Enseñar estudiantes a leer en su lengua nativa aporta mayores niveles de aprendizaje de lectura en inglés.
– Se sabe que las buenas instrucciones y la experiencia en la enseñanza funciona igualmente para los alumnos que están aprendiendo el inglés.
– Cuando el profesor da instrucciones a estos alumnos, el educador debe modificar la instrucción teniendo en cuenta las limitaciones de comprensión del idioma.
El autor señala, sin embargo, la necesidad de más estudios. Él sugiere que los puntos planteados podrían ser un inicio para investigaciones que pongan en relieve las mejores acciones y prácticas educativas en este contexto.
Fuente: http://www.aft.org/pdfs/americaneducator/summer2008/goldenberg.pdf