Conocer los beneficios que, a corto y largo plazo, ofrece la Propiedad Intelectual e Industrial es indispensable a la hora de lanzar un nuevo proyecto al mercado. Los emprendedores y creadores en general tienen aquí una oportunidad de ampliar sus oportunidades de negocio.
Actualmente, la competencia empresarial está en aumento. Cada vez son más los que deciden arriesgarse e invertir en un nuevo proyecto, convirtiéndose así en emprendedores y/o autónomos. Según el último Índice Mundial de Innovación 2017, publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Chile, Costa Rica y México tienen los mejores resultados en innovación en la región de Latinoamérica.
“El valor más importante es el que se adquiere en el mercado, es decir, el valor de reconocimiento de algún producto o servicio dentro de una industria determinada”, afirma Fabián González de la Mora, Director General de Clarke, Modet & Cº México. En este aspecto, la calidad del producto juega un papel muy importante, así como la percepción y el reconocimiento de los consumidores potenciales. Pero, ¿cómo y cuándo “proteger” las creaciones y sus posteriores desarrollos?
En primer lugar, es necesario contar con una asesoría legal que marque las pautas a seguir desde la creación hasta la defensa del producto, sin olvidar la protección y la explotación del mismo. Realizar una “Búsqueda Técnica Internacional” será uno de los pasos previos a la protección del producto.
Por otro lado, entender bien las diferencias que existen entre registrar una marca o una patente, los dominios y diseños industriales, para así identificar la verdadera necesidad de protección. No se opera del mismo modo si lo que se quiere proteger es un producto tangible o, por ejemplo, una idea de negocio. A este tipo de activo se le conoce con el sobrenombre de known-how, normalmente muy vulnerables frente a la utilización fraudulenta de un tercero.
Y por último, ajustarse al timing específico de cada proceso, ya que el momento de registro, explotación y difusión de un producto ha de cumplir con los requisitos que marque la ley en cada país. “Es necesario incorporar la Propiedad Intelectual e Industrial como parte de la estrategia de negocio de cualquier proyecto y como asignatura obligatoria en las universidades y centros de innovación”, concluye González de la Mora.
La Maestría Internacional en Auditoría y Gestión Empresarial, patrocinada por FUNIBER, promueve la generación de nuevos modelos de negocio desde la creatividad y el perfeccionamiento del proceso de lanzamiento de un nuevo proyecto.
Fuente: Emprendedor, la Propiedad Intelectual impulsa tu negocio.
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