Expertos explican como el cuerpo trabaja para mejorar el sueño después de la práctica de actividades físicas
¿Cuántos son aquellos que no consiguen dormir bien por la noche? En España, casi el 35% de la población reconoce sufrir de algún tipo de trastorno del sueño. Una revisión de estudios publicada en la revista científica Journal Behavior Medicine muestra que el ejercicio físico es eficaz para ayudar a dormir más rápido, además de permitir un sueño más profundo y sin despertares durante la noche.
Los beneficios de la actividad física en el sueño se deben al aumento de la actividad metabólica que mantiene el cuerpo activo y la temperatura corporal óptima durante el ejercicio. Después, el cuerpo produce una reacción contraria en la cual disminuye el ritmo y aumenta el sistema parasimpático, aquel responsable por las actividades del cuerpo cuando está en reposo.
El director del Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid, Diego García-Borreguero, afirma que “para tener un sueño más profundo, recomendamos actividad física entre cuatro y seis horas antes de acostarse”, comentó para el diario El Mundo. Recuerda que “desde las once de la noche empiezan a decaer los grados de la temperatura del organismo y es cuando se origina la somnolencia”.
También concuerda el presidente de la Sociedad Española del Sueño, Joaquín Terán Santos, que afirma que cuando el cuerpo se ejercita, “crecen las concentraciones de serotonina”. Si la práctica se convierte en hábito, el cuerpo crea una rutina que refuerza el proceso natural del reposo.
Sin embargo, el neurofisiólogo Francisco Javier Puertas recuerda que si la práctica sea hecha muy tarde, será difícil conciliar el sueño. “La práctica del deporte favorece la liberación de adrenalina. Para la cama, se debe ir ya relajado”, dijo.
En los estudios del área de Deportes de FUNIBER, la práctica de actividad física tiene como enfoque el bienestar de la población. Los beneficios de los ejercicios para una noche bien dormida representan mejor equilibrio físico y psíquico, mejora del proceso de aprendizaje y memoria y una recuperación celular más eficaz.
Fuente: http://fnbr.es/3ir
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