Una institución colabora con las comunidades para generar oportunidades de desarrollo en territorios aislados.
La Fundación Procultura nació en 2009 con el fin de aunar la identidad y el patrimonio cultural y natural de Chile.
Concretamente la organización ha desarrollado proyectos en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Biobío, Los Lagos, Aysén y Magallanes.
La directora de esta institución sin fines de lucro, Lorena Pérez, detalla en una entrevista para la web Plataforma Arquitectura los principales desafíos de la organización, relacionados con el patrimonio y arraigo de las comunidades hacia un territorio.
“Hay dos aspectos que veo como más desafiantes. El primero tiene que ver con la vulnerabilidad socioeconómica y cultural habituales en estas comunidades y el segundo con los mecanismos de protección actuales del patrimonio”, remarca Pérez.
La directora destaca la importancia de la cooperación ciudadana en este tipo de proyectos, en el que además de los cuestionarios habituales para obtener información, se busca potenciar esa relación social.
Pérez señala que se tiende a creer que su vida en aislamiento provoca que sus habitantes no entiendan el concepto de patrimonio ni su valor: “tal vez los habitantes de estos lugares no sepan la definición disciplinar de patrimonio e incluso pueden no reconocer el valor de un inmueble como lo entendería un profesional del área”.
En todo proyecto es necesario, además de llevar a cabo una investigación documental y una recopilación de datos cuantitativos, realizar un diagnóstico patrimonial que recoja “los valores, atributos y elementos patrimoniales de un territorio, relevándolos desde las comunidades”.
Todos aquellos profesionales que deseen ampliar su experiencia y desarrollar proyectos que promuevan la cultura, podrán cumplir su objetivo con los programas universitarios patrocinados por FUNIBER. Uno de los cursos ofrecidos es la Maestría en Gestión de Proyectos Culturales.
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