Beber alcohol con el estómago vacío intensifica sus efectos

Un estudio presentado en la revista Journal of Foresinc Sciences indica que al beber alcohol con el estómago vacío la mayor parte del alcohol se absorbe en el intestino delgado, «produciendo un pico de concentración en la sangre», de acuerdo a lo explicado por Xavier Parés, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Los investigadores indican que los efectos del alcohol pueden ser más intensos entre 30 minutos y 2 horas después de beberlo con el estómago vacío, pero si se bebe alcohol después de ingerir alimentos los efectos secundarios se minimizan, sobre todo si se ingiere grasa animal. Se considera que el estómago está vacío entre dos y cuatro horas después de la última ingesta. Teniendo en cuenta estos datos, se recomienda a las personas que deciden beber alcohol considerar la cantidad de alimentos que ha ingerido antes de beber alcohol.

Parés indica que cuando una persona ha ingerido alimentos el vaciado gástrico tarda más tiempo y el alcohol se absorbe lentamente, por tanto el pico de concentración en la sangre es moderado, resultando menos tóxico para el organismo.

Un estudio publicado en la revista Willey Periodicals, señala que se debe tener en cuenta el grado de alcohol que poseen las bebidas que uno ingiere. Las bebidas destiladas como el vodka o ron producen en las personas un pico más agudo que las bebidas fermentadas como la cerveza o el vino. Respecto a este punto, el doctor Francisco Camarelles, miembro de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) resalta que «Si la graduación de la bebida es alta, puede irritar la mucosa gástrica».

Los efectos del alcohol
La persona que ingiere alcohol experimenta una sensación de calor, desinhibición, mareo, habla rápida y distorsionada, alteración de los reflejos y descoordinación de los movimientos. Estos efectos se sienten con mayor velocidad e intensidad entre los jóvenes por tener menor tolerancia al alcohol.

Antoni Gual, psiquiatra y jefe de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Clinic, en Barcelona, explica que el consumo de alcohol con el estómago vacío produce una engañosa sensación de calor desbordante, un efecto que se produce porque el alcohol produce una vasodilatación que lleva la sangre a las zonas más distales del cuerpo, generando la sensación de calor en la piel, pero en realidad se está perdiendo calor, porque al llevar la sangre a la periferia se escapa el calor del cuerpo, incrementando el peligro de sufrir hipotermia en climas con bajas temperaturas.

Se debe tener mucho cuidado al ingerir alcohol, porque se puede experimentar una sensación de euforia cuando se toman una o dos copas, se sentirá desinhibición y se comenzará a hablar de forma rápida. Pero la sensación es engañosa, porque en realidad si se sigue bebiendo se deprimirá el cerebro límbico produciendo somnolencia y alteraciones en la coordinación psicomotora. Si la persona sigue bebiendo se podría deprimir la zona del cerebro que controla los órganos y el bebedor sufrirá un coma etílico, indicó Gual.

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Fuente:
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