Un reciente estudio identificó que las personas que padecen de ciertas enfermedades pulmonares crónicas podrían mejorar su capacidad respiratoria, si introducen en sus dietas alimentos sanos como la fruta y el pescado. El hallazgo resulta importante, considerando que unas 15 millones de personas padecen de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en Estados Unidos, y es considerada la tercera causa de muerte en ese país.
EPOC es un término que abarca algunas enfermedades pulmonares progresivas como el enfisema y la bronquitis. Los investigadores indican que fumar es la principal causa de EPOC.
En este estudio participaron más de dos mil adultos con EPOC, entre quienes se identificó que aquellos que comían pescado, queso, plátanos y toronja (pomelo), tendían a mejorar su capacidad para respirar y manifestaban tener menos síntomas que aquellos pacientes que no consumían dichos alimentos.
La investigadora líder, Corrine Hanson, indicó que los resultados del estudio no probaban causalidad, solo una asociación entre ciertos alimentos y la mejora de la función pulmonar.
Hanson manifiesta que los pacientes EPOC que consumen frutas, verduras y lácteos podrían preocuparse por mantener una dieta saludable y equilibrada, por tanto es posible que los alimentos que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios podrían mejorar la función pulmonar de estos pacientes. En el mismo sentido, el Dr. Carlos Camargo, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, quien no participó en el estudio, encontró en sus propias investigaciones que las personas con dietas ricas en frutas, verduras, granos ricos en fibra y pescado, tienen menos probabilidades de contraer EPOC, en comparación con aquelllas que consumen carnes, alimentos procesados y dulces.
Camargo indicó que para comprobar que una dieta saludable mejora la función pulmonar, sería necesario realizar un ensayo clínico. El especialista indicó que otros ensayos, como el PREDIMED, han demostrado que la dieta mediterránea clásica puede reducir las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular en adultos mayores con alto riesgo.
En el estudio realizado por Hanson, se hizo seguimiento a los pacientes por tres años. En ocho momentos distintos, se preguntó a los participantes si habían comido pomelos, plátanos, pescado o queso en las últimas 24 horas. Se identificó que las personas que comieron cualquiera de esos alimentos mejoraban su respiración y los niveles de inflamación en la sangre.
Hanson manifestó que es posible que algunas frutas y verduras pudieran tener efecto antiinflamatorio a corto plazo, pero también es probable que el consumo de estos alimentos individuales pudieran ser señales de que las personas cuidan de tener una dieta de buena calidad. La especialista indicó que se piensa en la modificación de la dieta cuando se tratan enfermedades cardiacas o la diabetes, pero también podrían considerarse las enfermedades pulmonares.
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http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_146417.html
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