Un estudio publicado en la revista JAMA Nurology revela que la ingesta de grasa saturada reduce la presencia de apolipoproteína E (ApoE), una sustancia química que ayuda a reducir la presencia de proteínas beta amiloideas en el cerebro. «Las personas que tenían una dieta rica en grasas saturadas y en azúcar mostraban un cambio en la ApoE, de forma que la ApoE era menos capaz de ayudar a eliminar la amiloidea», indicó Suzanne Craft, una de las aurotras del estudio y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest.

Diversos estudios han demostrado que los péptidos beta amiloides que quedan sueltos en el cerebro podrían formar placas que interfieren con la función neuronal.

Dieta
La doctora Craft indica que las personas que tenían una dieta rica en grasa saturada mostraban niveles más altos de beta amiloidea en el líquido cefalorraquídeo, mientras que las personas que mantuvieron una dieta baja en grasas saturadas observaron un declive en los niveles de ese péptido.

Los investigadores pudieron observar que las dietas modificaron los niveles de beta amiloidea y ApoE en el líquido cefalorraquídeo de los participantes en tan solo un mes. Craft asegura que las dietas que son muy ricas en colesterol malo al parecer interfieren con la capacidad de las ApoE para eliminar la amiloidea del organismo. Aunque otros investigadores señalan que el vínculo no es tan claro.

«¿Es plausible decir que esto podría afectar el riesgo de presentar la patología del Alzheimer en el cerebro? No es lo que muestra», dijo la Dra. Deborah Blacker, directora de la Universidad de Investigación en Gerontología del Hospital General de Massachusetts, en Boston. Para la especialista este estudio «muestra que algunos de los compuestos químicos relacionados con la patología del Alzheimer pueden cambiar en respuesta a factores de la dieta». Sin embargo la especialista destaca que el estudio ofrece un conocimiento importante sobre el valor de una buena nutriciòn.

Blacker reconoce que este tipo de intervenciones dietéticas puede cambiar el registro de amiloidea de forma constante y significativa, en un periodo corto de tiempo. Este estudio añade evidencia que demuestra que cuidar del corazón ayuda a cuidar del cerebro.

Por su parte la doctora Craft aseguró que las personas se enfocan en la dieta para cuidar de su peso o la salud del corazón, pero obvian que la nutrición tiene también un impacto en la función cognitiva.

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_137929.html

 

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