Estudio estadounidense descubre nuevas evidencias sobre la acumulación de beta-amiloide, pues sería un signo del inicio de la enfermedad de Alzheimer
Una nueva investigación liderada por Michael Donohue y Paul Aisen de la University of Southern California, San Diego (EE.UU) reconfirma la hipótesis sobre la relación entre la acumulación de proteínas anómalas (beta-amiloide) en el cerebro y la temprana aparición de la enfermedad de Alzheimer.
También informaron que incluso aquellas personas sin señales externas de demencia pueden tener niveles anómalos de proteína beta-amiloide en el cerebro.
El estudio se basó en la detección de niveles de beta-amiloide mediante pruebas como tomografía o muestras de líquido cefalorraquídeo. De esta manera, 445 adultos estadounidenses y canadienses, con una edad máxima de 74 años, que no tenían señales de demencia al principio, se sometieron a las investigaciones. Cabe resaltar que se detectó que 202 de ellos presentaban niveles elevados de proteína beta-amiloide en el cerebro.
Los resultados indican que aquellos pacientes con niveles elevados de beta-amiloide notaron una marcada pérdida de memoria y otras habilidades mentales en los siguientes tres años. Al cuarto año, casi un tercio de los evaluados ya habían desarrollado síntomas relacionados con la etapa inicial del Alzheimer.
Solo 18 participantes han seguido recibiendo seguimiento durante los últimos diez años, por lo tanto, los investigadores manifestaron que según los resultados, prevén que un 88% de ellos desarrollará la enfermedad totalmente en una década más.
Detección avanzada
Recientemente, se ha presentado un método de diagnóstico temprano que detecta, a través de un análisis de sangre, si se están acumulando placas de beta-amiloide en el cerebro de una persona.
Este test sanguíneo, desarrollado por Randall Bateman, de la Universidad de Washington en St Louis, y presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en Londres, permitirá aplicar a los pacientes terapias tempranas que contrarresten la pérdida de memoria y capacidades neurológicas y mejoren su calidad de vida por varios años, retrasando el deterioro que conlleva este desorden.
Los profesionales del área de Gerontología que patrocina FUNIBER se mantienen al tanto acerca de este tipo de estudios e investigaciones que les permitan detectar las patologías de sus pacientes y recomendarles tratamientos preventivos.
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