Las personas mayores pueden desarrollar depresión en diversos niveles. Investigadores del Reino Unido han indicado que la estimulación magnética transcraneana (EMT) puede ser un tratamiento alternativo a la terapia electroconvulsiva (TEC) para aplicar en casos de depresión. La EMT consiste en la aplicación de un pulso magnético en la parte frontal de pacientes depresivos, logrando «reiniciar el cerebro», pero no se ha logrado entender cómo funciona la terapia, razón por la que se recomienda realizar más estudios en torno a este tipo de tratamientos.
Un nuevo estudio ha demostrado que los pulsos electromagnéticos logran cambios bioquímicos y de conectividad en el cerebro. Los científicos de la Universidad de Nottingham aplicaron ráfagas guiadas de imágenes de resonancia magnética (IRM) de pulsos magnéticos a la corteza prefrontal dorsolateral en el cerebro de 27 personas sanas.
De acuerdo a Sarina Iwabuchi, investigadora principal de este estudio, una sesión de EMT puede modificar la conectividad de la red cerebral, en especial en el área de la ínsula anterior derecha, una zona que resulta clave para la depresión. Además se identificó que la terapia con EMT modificaba las concentraciones de algunos neurotransmisores como el GABA, que también tiene influencia en el desarrollo de transtornos depresivos.
Iwabuchi indica que es necesario hacer más estudios y aplicar la EMT en personas depresivas en ensayos clínicos que permitan ver los cambios que causa el tratamiento, de esa forma podrían desarrollarse tratamientos para la depresión personalizados. Los profesionales que se forman en la Maestría en Gerontología de FUNIBER, reciben los conocimientos que les permiten abordar los estados depresivos que podrían desarrollar personas ancianas y se brindan recomendaciones para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
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