La población de ancianos está creciendo en todo el planeta. Mejores condiciones de salud, alimentación y el aumento de la calidad de vida a nivel global han permitido que se incremente la esperanza de vida en la mayoría de países, al mismo tiempo que se ha incrementado el reto de proveer mejores servicios de salud para el segmento de población de mayores de 65 años. La cantidad de enfermedades asociadas a la vejez se ha incrementado y con ello se plantean retos para enfrentar las nuevas enfermedades. Una de las enfermedades que está ganando terreno en algunos países es el síndrome de Diógenes. A continuación explicamos sus principales características y las formas de prevención.
El síndrome de Diógenes se presenta entre personas ancianas que se tornan altamente hurañas, viven recluidas en sus propios hogares y rechazan el contacto con otras personas. Se puede identificar a las personas que padecen este síndrome porque acumulan gran cantidad de basura en sus casas, descuidan su higiene personal y viven de forma voluntaria en condiciones de pobreza extrema, independientemente de su situación económica.
La tendencia a padecer este síndrome es más fuerte entre las personas mayores con tendencia al aislamiento, a la soledad o entre quienes padecen de dificultades económicas o han enfrentado la muerte de un familiar.
El tratamiento de este síndrome no es sencillo porque el paciente en la mayoría de casos rechazará la ayuda y no reconocerá que tiene un problema. Es necesario desarrollar estrategias para resolver los problemas de higiene y la alimentación deficiente, por tanto es recomendable con ayuda profesional, que puede obtenerse internando al anciano en una institución residencial, obtener ayuda a domicilio o tal vez organizar a la familia para atender a la persona que padece del síndrome.
Los estudiantes de las maestrías y especializaciones de gerontología de FUNIBER reciben los conocimientos que les permitirán desarrollar estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad.
Fuente: http://fnbr.es/1d2
Foto: Algunos derechos reservados por Public Places