La hospitalización domiciliaria permite brindarle al paciente un tratamiento completo con la misma complejidad, intensidad y duración que en el hospital. El desarrollo técnico actual permite trasladar al hogar de la persona equipos y material médico que décadas atrás solo se encontraría en un hospital. La hospitalización domiciliaria permite además ofrecer un trato personalizado, trasladando a un médico o enfermera hasta el hogar del paciente, permitiendo reducir costos y riesgos para los usuarios.
El doctor Gerardo Fasce, especialista de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, explica que: «El hospital a domicilio pretende realizar diferentes funciones que son complementarias: por un lado, reducir o sustituir la estancia hospitalaria cuando el paciente es trasladado tempranamente a su domicilio; por otro, prevenir nuevos ingresos al diagnosticar y tratar episodios directamente en casa, además de disminuir los riesgos asociados de las hospitalizaciones y permitir que la persona se mantenga en su hogar, en un ambiente conocido».
Ya se ha demostrado la eficacia de la hospitalización domiciliaria en casos de insuficiencia cardíaca, recuperación de post-operatorio, alimentación parenteral, secuelas de accidentes vasculares cerebrales, tratamiento de infecciones en personas mayores, dolor crónico refractario, cuidados paliativos oncológicos y cuidado de personas con demencia.
La hospitalización en el hogar se puede desarrollar en distintos niveles, dependiendo de la complejidad de la enfermedad a tratar. Se puede dar un servicio que implica alta dependencia, mediana dependencia, baja dependencia o enfermería de apoyo, considerando el soporte técnico, personal, dispositivos que serían necesarios, y las ostomías a manejar.
Los especialistas reconocen que la hospitalización en el domicilio tiene múltiples ventajas como el menor costo de hospitalización, mayor detalle en los gastos, mejor evolución de los pacientes, mayor humanización de la asistencia, mayor saisfacción e implicación del paciente y la familia en los cuidados médicos, se logra reducir la cantidad de casos de trastorno cognitivo, se elimina el riesgo de adquirir infecciones en el hospital y se reduce la cantidad de visitas a urgencias.
Además de las ventajas para los pacientes, se debe considerar algunos factores adicionales que han impulsado el desarrollo de esta modalidad, pues las clínicas y hospitales han incrementado la presión para reducir los ingresos y la permanencia de los pacientes, además de la sobrecarga asistencial de los centros de salud.
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