La neuropsicóloga Adriana Fóz resalta la importancia de saber manejar con las emociones con desenvoltura para mejorar los procesos cognitivos y el bienestar físico.
Hoy en día muchos niños sufren de trastornos que antes eran desconocidos. Bulimia, hiperactividad, déficit de atención, entre otros. El desarrollo de la ciencia colaboró para ayudar a resolver enfermedades que afecta a muchos niños físicamente. Ahora, es necesario desarrollar soluciones para los trastornos psicológicos.
La educación emocional es fundamental en este sentido. Las emociones influencian el cuerpo, el metabolismo y los procesos de aprendizaje. La pedagoga y neuropsicóloga Adriana Fóz comenta, en una conferencia TEDx, realizada en São Paulo, sobre su propia experiencia de vida tras sufrir un accidente cerebrovascular (accidente vascular cerebral) hemorrágico.
Ella perdió gran parte de la memoria y tuvo que reconstruirse. «La plasticidad cerebral es una facultad que todo cerebro tiene que modificarse, de reorganizarse, de reestructurarse y de aprender», explica. Con esta capacidad, nosotros, seres humanos, podemos manejar con los entornos variables.
Y es especialmente a través de la plasticidad emocional que conseguimos adaptar el cuerpo de forma integral, orgánica. «He descubierto que la emoción une mi cerebro a mi cuerpo», dice Adriana.
A través de ejercicios variados como aprender a sambar, o entrenar la memoria a través de los nombres científicos de los árboles, entre otras, la pedagogía consiguió entrenar emociones como resiliencia, humor y resistencia para poder superar la fase de recuperación después de la cirugía que dejó secuelas cerebrales.
Con la superación del AVC, Adriana Fóz entró en la neurociencia, y actualmente se dedica a aplicarla en la educación. Entre varias tareas que realiza, ella coordina un proyecto orientado a la prevención y la salud mental para capacitar a los profesores para lidiar con emociones comunes en la escuela, como son la rabia y la ansiedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión aumentó un 18,4% en los últimos diez años, y alcanza al 4,4% de la población. La previsión es que crezca aún más y se convierta en uno de los principales problemas sanitarios. Como defiende Adriana, «la gente puede cambiar esta historia si la gente puede cuidar y valorar nuestras emociones», dice.
FUNIBER patrocina la Maestría en Intervención Psicológica en el Desarrollo y en la Educación, para profesionales interesados adquirir competencias para mejorar los procesos de desarrollo y enseñanza-aprendizaje.
Fuetes: Plasticidade Emocional | Adriana Fóz | TEDxSaoPaulo
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