En los últimos cinco años la inversión sostenible se ha multiplicado por 6. En la actualidad, cada vez más gestoras disponen de equipos encargados de investigar el grado de cumplimiento de las normativas de las Naciones Unidas.
Lejos de ser una mera tendencia, la inversión social se está convirtiendo cada vez más en una realidad. En los últimos años, se ha registrado un incremento de la concienciación sobre la importancia de realizar inversiones de carácter social en el ámbito institucional.
Este tipo de inversiones han dejado de ser sólo un tema social. El creciente interés por parte de los minoristas se debe además a sus buenas perspectivas en materia de rendimiento financiero. Las inversiones sociales favorecen un aumento de la regulación a nivel europeo y el desarrollo de estrategias sostenibles.
Más allá de los beneficios en rentabilidad, existe una creciente tendencia empresarial en destinar fondos realizando “inversiones éticas” y sostenibles para contrarrestar y dar solución a problemáticas de impacto social. El mundo de las inversiones está en continua evolución y depende de las necesidades sociales actuales. Gracias a un incremento de la sensibilización, la inversión sostenible se ha convertido en uno de los mayores intereses para las gestoras de inversión.
De acuerdo con Masja Zandbergen, responsable de integración de criterios ASG de Robeco, algunas de las tendencias más populares entre importantes inversores son el cambio climático y el desarrollo de economías bajas en residuos.
Zandbergen afirma que en los últimos años muchos gestores y propietarios de activos han reestructurado sus carteras de inversión y estrategias conforme a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los pilares fundamentales que rigen las inversiones sociales podrían clasificarse según tres criterios:
- Medioambientales: crece la tendencia en trabajar con empresas de desarrollo de tecnologías de energías renovables, desbancando o evitando las petroleras.
- Sociales: cada vez más empresas tienen más en cuenta las condiciones de la cadena de suministros, poniendo el foco en el análisis del cumplimiento de unos estándares mínimos (salarios mínimos, políticas de proveedores, condiciones laborales, etc.)
- Gobernabilidad: se tiene en cuenta la presencia de órganos independientes y se analizan posibles casos de sueldos excesivos o conflictos de intereses
Por su parte, Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis afirma que el perfil de los inversores de este calibre es cada vez más amplio. “Inicialmente eran los grandes fondos de pensiones mundiales, después se incorporaron fundaciones, congregaciones religiosas y organizaciones sin ánimo de lucro y, poco a poco, se empieza a unir el ciudadano de a pie”.
Por medio de la inversión social, se contribuye a retrasar los efectos negativos del cambio climático. Los fondos de inversión sostenible permiten mejorar la vida del planeta y son cada vez más accesibles al cliente minorista.
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Fuentes:
Inversión sostenible: ¿en qué tendencias invertir y cómo?
Las inversiones, cada vez con mayor criterio sostenible
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