La ICF ha definido 11 competencias que todo profesional que se desenvuelva en el área del coaching debe desarrollar
La International Coach Federation (ICF) es la mayor organización de coaches profesionales a nivel mundial, presente en más de 143 países y con más de dos décadas de trayectoria. Es por eso que se trata del principal referente para aportar un marco de referencia de cara al buen desempeño profesional del Coaching.
A continuación las 11 competencias que se consideran en la formación de un Coach:
- Respetar las normas éticas y deontológicas
Los profesionales del coaching se rigen a través de un Código deontológico de la profesión, donde se establecen las normas y valores de esta disciplina.
- Establecer el acuerdo de coaching
Desde la primera sesión de coaching se establece una relación entre coach – coachee, por eso es importante establecer un acuerdo con pautas y parámetros que acompañen el proceso.
- Establecer confianza e intimidad con el cliente
El respeto y la confianza mutua son esenciales para crear un ambiente propicio que contribuya al cumplimiento de los objetivos del coachee/cliente.
- Estar presente en el coaching
El coach debe mostrarse con total apertura, flexibilidad y seguridad a lo largo del proceso. En cada sesión la conciencia plena marcará la diferencia en su relación con el coachee.
- Escucha activa
Aplicando habilidades comunicativas, el coach debe ser capaz de escuchar lo que su cliente le dice y no le dice, con la finalidad de entender su forma de pensar.
- Cuestionar con fuerza
La labor más representativa del coach es la de cuestionar al coachee para el beneficio del proceso, el uso de preguntas potentes y de reflexión marcan la diferencia en las sesiones.
- Comunicación directa
Un feedback efectivo depende de la capacidad del coach de comunicarse efectivamente con el coachee/cliente con la finalidad de generar una relación positiva.
- Crear conciencia
El coach es responsable de crear conciencia en el coache, y lo hace proponiendo reflexiones e identificando creencias limitantes.
- Diseñar las acciones
El coach debe permitir al coachee pensar diferente. Es por eso que debe tener la capacidad de crear aprendizaje constante, motivándolo al cambio de pensamiento.
- Planificar y establecer metas y objetivos
El proceso de coaching debe basarse en un plan efectivo, pues sigue la premisa de que los objetivos son alcanzables, medibles, específicos y se logran en un tiempo limitado.
- Gestionar el progreso y la responsabilidad
Para que el proceso consiga los resultados deseados, el coachee debe hacerse responsable de las acciones que debe realizar, por tanto el coach debe tener la capacidad de enfocar la atención en lo que lo ayudará a cumplir su meta.
Los alumnos del área de Empresas cuentan con módulos de formación que les permite abordar con más detenimiento este tipo de competencias para mejorar la relación con sus pares o colaboradores, en el caso de líderes de organizaciones.
Fuente: ¿Cómo ser un buen coach? Las 11 competencias del coach
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