La sucesión es un proceso inevitable en una organización y gestionar ese cambio en una empresa familiar implica considerar aspectos psicológicos en la organización, las posiciones jerárquicas, los conflictos inter e intra-generacionales y diversos aspectos de las relaciones informales por las que se transfiere el conocimiento.
La sucesión se puede abordar desde la gestión del conocimiento para considerar el intercambio de ideas entre los miembros de la familia. La creación, disponibilidad y transferencia de conocimientos en un ámbito informal depende de la calidad de las relaciones que se establecen entre la familia, por ello es necesario crear vínculos de confianza para fortalecer las relaciones entre las personas involucradas.
Dependiendo de la calidad de vínculos establecidos entre las personas se logrará incrementar el compromiso del sucesor. Cuando se logra hacer que la persona establezca un vínculo afectivo con la empresa puede lograrse que la persona crea en el proyecto y se sienta motivada y comprometida para trabajar por el desarrollo de la empresa. Pero en los casos en los que se obliga a un individuo a hacerse cargo de la empresa familiar la persona actuará por obligación y no por vocación.
El fundador debe establecer relaciones de confianza con las personas que han sido elegidas para tomar la dirección de la empresa. Cuando la empresa logra generar y transmitir conocimientos con éxito puede lograr un nivel de compromiso que potencia la creación y transferencia de conocimientos entre los miembros de la organización.
En un entorno en el que se está trabajando para lograr una sucesión efectiva es necesario trabajar en relaciones de comunicación que sean sinceras y sin distorsiones. Los sucesores a puestos de liderazgo deben ser preparados incluso antes de ingresar en la organización y debe desarrollar capacidades directivas, conociendo los aspectos claves de la organización y la industria en la que opera.
El mentoring es una modalidad de formación en el puesto de trabajo que permite trabajar paso a paso con los sucesores para brindarles acceso al conocimiento, valores y la cultura de la empresa familiar, de esa forma se pueden reducir los conflictos relacionales y mejorar los canales de comunicación para que los familiares expresen sus opiniones, reduciendo los malentendidos y alentando al intercambio de información y la generación de nuevas ideas que apoyen el crecimiento de la organización.
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