Estudios recientes indican que el dinero no es lo único que motiva a los empleados. Las oportunidades para crecer profesionalmente, los reconocimientos no financieros y los espacios para capacitación, son parte de un salario que no se cuenta en billetes y se conoce como salario emocional.
El portal expoknews.com, indica que un estudio realizado por la Universidad de Navarra, en el que se entrevistó a más de siete mil colaboradores, en 23 países del mundo, revela que el 95% de personas que trabajan en un entorno laboral enriquecedor consideran que reciben un salario emocional.
Otro estudio, realizado por la consultora Zingheim & Schuster en 2008, indica que en la mayoría de organizaciones trabajan en forma simultánea tres generaciones distintas: los baby boomers, la generación X y los de la generación del milenio. Un gerente de personal, debe saber cómo tratar a estas tres generaciones y conocer las diferentes estrategias que se pueden aplicar para motivarlos.
De acuerdo a los datos del estudio, los baby boomers, grupo compuesto por las personas nacidas entre 1946 y 1964, tienden a trabajar duro para obtener un buen retiro, son idealistas y valoran el éxito, consideran importantes los reconocimientos, la experiencia y los beneficios de salud.
Las personas de la generación X, son las personas nacidas entre 1965 y 1980, tienen un perfil emprendedor e independiente, buscan que se reconozcan sus logros, quieren crecer profesionalmente y procuran tener esquemas flexibles de trabajo.
La generación Milenio, compuesta por aquellos nacidos entre el año 1981 y el 2000, esperan recibir mayores retribuciones emocionales y oportunidades de crecimiento profesional. Procuran tener trabajos creativos y agradables y buscan participar en acciones de Responsabilidad Social. Es un grupo de personas que procura mantener un balance en sus vidas y desarrollarse en entornos en los que puedan ser ellos mismos.
El informe reporta que el compromiso de los trabajadores se multiplica por cuatro cuando el ambiente de trabajo favorece el balance de vida, mientras que en entornos en los que se dificulta ese balance la intención de dejar la organización se incrementa en once veces.
Los cinco factores que son reconocidos como salario emocional abarcan:
1.- Las oportunidades de desarrollo profesional, incluyendo las capacitaciones, el mentoring y un plan de carrera.
2.- Balance de vida: Mantener un esquema de trabajo flexible, contar con beneficios de salud, y tener oportunidades para compartir con la familia espacios de esparcimiento y recreación.
3.- Cuidado del bienestar psicológico: obteniendo reconocimientos, autonomía, y trascendiendo a la comunidad.
4.- Un clima laboral en el que prime el compañerismo, sentido de familia y equipo
5.- Una cultura laboral con responsabilidad social, ética y que fomente la relación con líderes.
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