El potencial del entrenamiento de ejercicios isométricos en el control de la hipertensión arterial

El entrenamiento de ejercicios isométricos (IET, por sus siglas en inglés) ha estado ganando cada vez más atención en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial, un factor de riesgo prominente para las enfermedades cardiovasculares. 

Se estima que alrededor del 73% de todas las muertes en el mundo son causadas por enfermedades no transmisibles, y las enfermedades cardiovasculares son las principales responsables. El 31% de todas las muertes se deben a esta causa, siendo la cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares las principales causantes.   La presión arterial alta, clínicamente conocida como hipertensión, es el principal factor de riesgo atribuible tanto a las enfermedades cardiovasculares como a la mortalidad prematura.

A lo largo de los años, se ha estudiado ampliamente el tratamiento farmacológico de la hipertensión y se ha demostrado que es altamente eficaz para reducir la presión arterial y mejorar los resultados para los pacientes. Sin embargo, la medicación para la hipertensión presenta limitaciones, efectos adversos y riesgos asociados a la prescripción incorrecta. Además, la adherencia a la medicación suele ser baja, lo que aumenta el riesgo de mortalidad por todas las causas.

Por lo tanto, los enfoques no farmacológicos efectivos se vuelven esenciales en el tratamiento de la hipertensión. En particular, en un estudio publicado en la revista Sport Medicine, titulado «Isometric exercise training and arterial hypertension: an updated review»,  se ha investigado el papel del entrenamiento con ejercicios isométricos (IET) en el tratamiento de la presión arterial.

Los efectos del ejercicio isométrico en la hipertensión

El ejercicio isométrico se refiere a la contracción muscular sostenida en la que la longitud del músculo no cambia. Varios estudios han investigado los efectos del IET sobre la presión arterial y se ha demostrado su eficacia para reducirla. Existen diferentes protocolos de IET, incluyendo el agarre manual, la extensión de piernas y la sentadilla contra la pared. 

Se ha observado que estos protocolos son más eficaces que los modos convencionales de ejercicio y pueden producir reducciones mayores en la presión arterial. Incluso, pueden ser comparables o superiores a los efectos de la monoterapia antihipertensiva estándar. La evidencia actual apoya en un 95% los protocolos de IET que se centran en hacer una sentadilla contra la pared o una extensión de piernas, y en un 30% el agarre manual, realizados tres o más veces por semana durante tres semanas, en sesiones de cuatro series de dos minutos con intervalos de descanso de uno a cuatro minutos. 

Tres hombres haciendo ejercicios isométricos para reducir su presión arterial.
Los protocolos de los ejercicios isométricos son más eficientes que los convencionales, reduciendo en mayor medida la presión arterial. Sus resultados son comparables con los efectos de la monoterapia antihipertensiva estándar.

La efectividad de IET puede depender de la cantidad de masa muscular reclutada, siendo la sentadilla contra la pared y la extensión de piernas los modos de ejercicios isométricos más efectivos en comparación con el agarre manual tradicional. Pero, no se puede negar la conveniencia  y el alcance de la IET con agarre manual en la población que tiene limitaciones de movilidad o riesgo.

Si bien se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos del IET y sus protocolos de prescripción óptimos, la evidencia actual respalda su implementación como una intervención clínica para el control de la presión arterial en personas con hipertensión arterial. Una exploración más profunda de los mecanismos fisiológicos y una amplia prueba empírica proporcionarían una imagen más clara de los beneficios y limitaciones del IET para el manejo de la hipertensión.

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