El coordinador del área de Deportes de FUNIBER, Carlos Lago, comenta en una entrevista sobre el método de electroestimulación muscular, que se ha puesto de moda, y que tiene muchas controversias sobre sus beneficios y eficacia.
La electroestimulación muscular (EMS, por sus siglas en inglés) es una forma de entrenamiento adoptada para lograr más ventajas físicas en menor tiempo de actividad. ¿Pero es esta práctica realmente efectiva? ¿Garantiza la salud de quién la utiliza? ¿Es un método nuevo y mejor que los ejercicios adoptados en los gimnasios?
Pese su popularización en los gimnasios, el método EMS se suele utilizar sobre todo en deportistas de élite, que necesitan trabajar a mayor intensidad unas fibras musculares que son más difíciles de activar con ejercicios convencionales. El EMS puede trabajar alrededor de 400 músculos de manera simultánea, en 12 minutos de entrenamiento.
La práctica consiste en una corriente eléctrica manipulada por un entrenador para generar contracción muscular. Esta contracción es similar a los pulsos del sistema nervioso central. Durante la práctica, se usa un chaleco con electrodos conectados a una máquina con distintos programas que se emplean según las características físicas de cada persona.
Para aplicar el método, es necesario seguir algunas pautas importantes, que son:
- Debe hacerse junto con una actividad física.
- Debe tener un acondicionamiento físico adecuado para recibir los estímulos y evitar riesgos de lesiones o problemas de salud.
- Debe ser supervisado por un profesional que conozca las condiciones físicas.
- Si el objetivo es perder peso, también es necesario seguir una dieta, además de la actividad física.
- Debe realizarse pocas veces por la intensidad del entrenamiento. Se recomienda dos veces en la semana.
- No debe utilizarse por principiantes
¿Beneficios o riesgos?
Según los resultados de estudios realizados por el investigador Kemmler, publicados en 2012, hay una lista amplia de casos en que la electroestimulación estaría contraindicada. Personas que sufren de epilepsia, artritis, perturbaciones neurológicas, problemas de circulación, irritaciones de piel, diabetes, entre otros, no deberían utilizar la técnica.
Además, hay mucha polémica entre especialistas sobre los beneficios para la salud de la práctica. Entrevistamos el coordinador del área de Deportes de FUNIBER, Carlos Lago, que nos revela algunas cuestiones importantes que se debe analizar antes de adoptar el método.
¿El beneficio podría compensar los riesgos?
Antes de nada hay que hacer una diferenciación entre EMS local y EMS global. La EMS local se lleva usando muchos años en procesos de rehabilitación y readaptación de lesiones, y su eficacia está fundamentada bajo la evidencia científica, sobretodo para activar musculatura que por lesión no se puede trabajar de forma correcta (inmovilización, fractura, etc) y, evitar así, la pérdida de masa muscular.
Si hablamos de la EMS global, los trajes de electroestimulación, la respuesta es NO. Las tendencias de las nuevas tecnologías en la actividad físico-deportiva, acompañadas de buenas campañas de marketing, están haciendo creer a la gente que todas son buenas.
La National Strength and Conditioning Association (NSCA) de España sacó un Posicionamiento hace un año con una revisión sobre la evidencia científica de esta herramienta, donde destaca los riesgos mencionados por Kemmler, ante unos beneficios similares a los que se pueden adquirir realizando los mismos ejercicios sin la EMS global. Además, en el Posicionamiento se indican estudios donde se encontraron valores hormonales de daño muscular muy por encima de lo normal. Valores que están asociados a daño muscular, y pueden, a su vez, estar asociados con lesiones musculares graves, arritmias o insuficencias renales.
¿El cuerpo es capaz de aceptar fisiológicamente un método tan potente?
Aún faltan investigaciones suficientes para poder contestar esta pregunta con exactitud, pero el tratamiento de EMS global es muy agresivo. Al final, le estamos transmitiendo corrientes eléctricas al cuerpo, a todos los grandes grupos musculares, superiores a las que somos capaces de asumir. Por otro lado, la EMS local sí somos capaces de asumirla, siempre y cuando la duración e intensidad sean controladas y adaptadas a cada caso. De ahí la importancia que el empleo de estas tecnologías sea a cargo de un entrenador personal o preparador físico cualificado.
¿Se puede utilizar el método para rehabilitación o para pérdida de grasa localizada? ¿Qué otros usos podría tener?
Sí, para rehabilitación, sin duda se puede utilizar la EMS local, pero debe ser supervisada por profesionales cualificados y preparados. No para la pérdida de grasa localizada, es un mito que se arrastra en el ámbito de la actividad física, que genera falsas expectativas. No existe la pérdida de grasa localizada. De ahí la importancia de aplicar el principio de continuidad en el entrenamiento, y que busquemos objetivos a corto y mediano plazo, nunca resultados inmediatos ni, por supuesto, localizados.
Fuentes:
http://blogs.menshealth.es/fitness/electroestimulacion-riesgos-y-contraindicaciones/
http://cadenaser.com/ser/2015/02/09/deportes/1423486355_721177.html
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1888754615001057 (Posicionamiento NSCA WB EMS)
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