Cierra los ojos. Respira profundamente. Relaja los músculos. Observa su respiración. La meditación puede también ser una cura. Al final, “meditar” tiene la misma raíz griega de la palabra “medicar”: med, que significa contemplar o reflexionar.
Actualmente, diversos estudios vienen comprobando los beneficios de la meditación para la salud. Para la práctica deportiva, el uso de las técnicas de meditación aún no es común, aunque se sabe que el control de la respiración es importante para la salud y la psicología del atleta, principalmente como una técnica de control de la ansiedad.
Un estudio realizado en Inglaterra comparó tres técnicas de meditación de nueve deportistas aficionados adultos como referencia para la práctica deportiva: la salud, la fisiología neurológica y el sentido de coherencia. Los participantes tenían entre 22 y 44 años, siendo seis hombres y dos mujeres británicos, sin ninguna experiencia en el uso de las técnicas de meditación, sea para el deporte o bien para el día a día. El experimento consistió en realizar las técnicas de Respiración Fraccionada, Meditación Trascendental y Zazen, una práctica propia del budismo zen.
La práctica constante de las tres técnicas reveló efectos positivos en la capacidad de atención. La diferencia entre los tres tipos era sólo aparente, sin revelar mucha discrepancia.
Los participantes del experimento evaluaron cada técnica apuntando algunas diferencias. Con relación a la técnica de la respiración fraccionada los efectos en la práctica deportiva podrían relacionarse a la reducción de la ansiedad, la mejora de la concentración y al bloqueo de los estímulos externos.
En la meditación trascendental, los participantes consideraron que la práctica facilita una meditación más profunda, que podría ayudar a relajarse y limpiar la miente. La técnica Zazen ayudó a enfocar la atención en sí mismo y no en factores externos, lo que colaboraría como una práctica entre las etapas durante una competición. Al preguntarles sobre la mejor práctica, seis de los nueve prefirieron la técnica de la respiración fraccionada.
La investigación también evaluó los efectos cuantitativos sobre los participantes. En la técnica de respiración, se encontró una disminución de la frecuencia de respiración y en la técnica de la meditación trascendental aumentaron la relajación física y la actividad alfa. Ya en la práctica de Zazen, aumentaron la actividad alfa y teta. Las medidas neurológicas de las frecuencias delta, teta, alfa, beta y gamma fueron evaluadas a través de un electroencefalograma.
Para tener una idea, en el ritmo teta, más lento y poderoso, la mente alcanzaría un estado de “superconciencia”, relatado por los yoguis y caracterizado por insights y alegría. Es posible reconocer esa sensación causada por las ondas teta cuando se está a punto de dormir.
El estudio, junto con otros estudios anteriores, apunta que la meditación es benéfica para la salud y la práctica deportiva. ¿Entonces, listo para empezar a meditar?
Fuente: http://fnbr.es/w7
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