Los juegos competitivos de rugby resultan en un gran stress fisiológico y neuromuscular. La recuperación pos-juego puede prolongarse debido a distintas situaciones estresantes como viajes, ansiedad y alejamiento familiar. Uno de los factores que afectan la recuperación del deportista se relaciona con la dificultad de dormir.
Un estudio reciente realizado en Australia con jugadores de rugby encontró que la privación del sueño dificulta la recuperación del jugador, lo que perjudica sobre todo los saltos de contramovimiento (CMJ) y la función cognitiva.
Una noche mal dormida después de un juego puede generar fatiga y cansancio mental, sobre todo relacionados a la fuerza e impulso.
Los investigadores recomiendan a los profesionales mantener patrones de sueño adecuados después del juego o adecuar el entrenamiento en el día siguiente adaptado para acomodar el estado físico y cognitivo alterado tras la privación del sueño.
El estudio reunió 11 jugadores aficionados de una liga de rugby, con promedio de 20 años. Después de las competiciones, mediante el control de un grupo que logró dormir las 8 horas y otro que no durmió, fueron evaluados aspectos de rendimiento neuromuscular, medición fisiológica y de aspectos cognitivos y de percepción.
Fuente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23412713
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