Por Santiago Brie. Licenciado en Gestión Ambiental Urbana de la Universidad de Lanús – Máster en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos por la Universidad de León. Miembro del Departamento de Profesores de FUNIBER. Tutor del Área de Proyectos especializados en Arquitectura y Urbanismo. Profesor e investigador de la Universidad Nacional de Lanús, Argentina.
¿Por qué necesitamos realizar proyectos? En verdad no necesitamos realizar proyectos, sencillamente los hacemos. Cada intervención que tiene una finalidad específica, que se realiza en un tiempo determinado, que utiliza unos recursos acotados y que involucra a diferentes personas interesadas, puede ser interpretada como un proyecto. Entonces no necesitamos realizar proyectos, sencillamente los hacemos. Lo que sí resulta sustancioso preguntarnos es ¿Por qué la mayoría de los proyectos fracasan? o ¿Por qué la mayoría de los proyectos no se conciben exitosamente? Y la respuesta está en que dichos proyectos no se formulan y dirigen por personas preparadas para ello.
No caben dudas de que la disposición y el compromiso de las personas que conforman un equipo de trabajo, inciden positivamente en los resultados alcanzados, pero esto no garantiza el cumplimiento de los objetivos; existen diferencias abismales en los resultados que se obtienen cuando además de tener estas cualidades, hay una estrategia clara, y una organización estructurada que considere todas sus fases y componentes del proyecto, dirigido por un profesional capacitado.
El proyecto es una intervención muy compleja, que requiere de personas capacitadas para gestionarlos en sus diferentes etapas. El proyecto implica una visión holística de la realidad sobre la que se opera, y un conocimiento pormenorizado de los elementos que la componen, sumado a una gestión estratégica de los recursos y de las personas que lo atraviesan.
Estamos frente a un mundo globalizado, donde las organizaciones cambian de manera constante y se presentan nuevas necesidades que requieren de atención casi inmediata. En este contexto, se define la necesidad de contar con directores de proyectos formados y capacitados para afrontar estos retos, con los conocimientos suficientes para asegurar que los proyectos se cumplan a tiempo y dentro del presupuesto, satisfaciendo las expectativas de la organización o de la persona que requiere el proyecto.
La formulación de proyectos es una práctica que le cabe a cualquier disciplina. En todos los ámbitos, en todas las ramas, en todas las áreas de trabajo, tenemos problemas complejos que precisan de intervenciones aun más complejas en la que se requiere satisfacer ciertos requisitos, en un plazo establecido, con un manejo eficiente de los recursos, y logrando cierto nivel de calidad, para cumplir con determinados objetivos. La dirección de proyectos ha demostrado ser el método más eficaz para entregar los productos dentro de las limitaciones planteadas: costos, cronograma, recursos y requisitos.