La reciente irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) se ha apoderado oficialmente del ámbito de la creatividad. El arte pintado e impreso parece haber sido víctima de la IA y la fotografía no es diferente.
Independientemente de los pocos beneficios de contar con la ayuda de la IA fotográfica, los aspectos negativos han puesto al sector en alerta roja. Aunque la principal preocupación radica en los peligros de la difusión de información errónea. Los días del photoshop mal editado y las ediciones falsas evidentes han pasado a la historia y ahora la capacidad de crear imágenes indistinguibles de la realidad se ha puesto al alcance de cualquiera con un teléfono. En esta era digital, la generación y manipulación de imágenes mediante IA ha alcanzado cotas increíbles de sofisticación que han suscitado una plétora de preguntas sobre el futuro del medio.
Una rápida búsqueda en Google mostrará la destreza de la inteligencia artificial para generar imágenes realistas desde cero o mejorar las existentes. El principal catalizador de este sector específico de la IA son las redes generativas adversariales (GAN). Las GAN tienen la capacidad de generar nuevos medios, creando imágenes realistas, paisajes, retratos y escenas ficticias que son prácticamente indistinguibles de la vida real.
Una batalla entre la tradición y la vanguardia
Obviamente, todo esto plantea la cuestión de si los fotógrafos humanos pueden llegar a ser obsoletos en ciertas áreas como la fotografía de Stock, donde las escenas genéricas son siempre muy demandadas. Sabiendo que esta tecnología no hará más que mejorar, está claro que la necesidad de fotógrafos humanos y de escenarios visuales reales será cosa del pasado relativamente pronto.
Además, la batalla entre realidad y ficción no hace más que empeorar, ya que estas imágenes editadas presentan una versión distorsionada de la verdad. Las herramientas basadas en la inteligencia artificial, como el software basado en el aprendizaje profundo, han facilitado enormemente la manipulación y edición de fotografías. Estos medios y aplicaciones son increíblemente accesibles y solo aumentarán el impacto en nuestra percepción de la realidad como sociedad. Con razón, muchos se volverán cada vez más escépticos sobre la autenticidad de las imágenes que encuentren en Internet y en los medios de comunicación.
Ventajas que aporta la IA al sector fotográfico
Por otro lado, si se utiliza correctamente, la IA puede ser un valioso aliado para los fotógrafos. Tiene la capacidad de ayudar en una serie de tareas como la clasificación de imágenes, el reconocimiento de objetos, ayudar en errores de iluminación e incluso sugerir ideas creativas basadas en tendencias históricas y preferencias visuales. En pocas palabras, la inteligencia artificial podría ayudar a llevar las fotos a la perfección total. Sin embargo, aunque esto es indudablemente útil para quienes trabajan en este sector, no deja de aludir al problema mayor de la desconfianza visual.
Por último, a pesar de que la influencia de la IA en la fotografía es innegable y su potencial para sustituir a la fotografía tradicional es real, la forma artística en sí no morirá. Al contrario, puede ofrecer nuevas oportunidades de colaboración y exploración creativa. Asimismo, a medida que adoptamos la inteligencia artificial en la fotografía, también debemos estar atentos a las implicaciones éticas y convertirnos en consumidores escépticos ante cada imagen que encontramos. La línea que separa el arte de la realidad empezará a difuminarse aún más a medida que nos adentramos en la era digital. El futuro de la fotografía con IA puede ser apasionante, pero su efecto futuro sobre la creatividad humana puede ser devastador.
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