Ante la posibilidad de la aprobación de la ley SOPA muchos websites salieron al frente a protestar: Wikipedia y WordPress se pusieron «de luto», mientras Google y el navegador Firefox exhibían  su logo censurado. Pero ¿porqué los websites de Internet protestan por leyes que en teoría protegen la propiedad intelectual y servirían para establecer mayor orden en la red?. Un artículo publicado en Harvard Business Review (HBR) explica que las leyes SOPA y PIPA son un ejemplo típico de grandes empresas tratando de hacer todo lo que se encuentre a su alcance para detener a nuevos competidores que sean capaces de innovar. De acuerdo a HBR estas leyes también son una muestra de cómo los lobbies en Estados Unidos se han transformado en una de las formas más efectivas de limitar la competencia.La guerra por la protección de la propiedad intelectual ha sido expuesta por los medios como dos bandos en los que en un lado, la industria de contenidos de entretenimiento exige acabar con la piratería en línea, mientras que del otro lado, las industrias basadas en la tecnología aseguran que la aprobación de leyes como la SOPA y PIPA representan una amenaza para la innovación y la libre expresión. Pero en el fondo estas dos leyes representan una amenaza para el crecimiento de nuevas empresas, porque las grandes empresas no aceptan que pequeños negocios puedan cambiar las reglas de juego (gracias a la tecnología) y ganar rápidamente terreno en un área que para ellos representa hasta ahora ganancias aseguradas.

De acuerdo al artículo de HBR, las empresas nuevas adoptan la innovación como una nueva forma de crear valor para los consumidores, por tanto la batalla estaría centrada entre los intereses de las grandes corporaciones y los intereses de todos los consumidores. Business of Software Alliance, Comcast, Electronic Arts, Ford, L’Oreal, Scholastic, Sony y Disney son solo algunos de los negocios que impulsaron la aprobación de las leyes SOPA y PIPA, su principal interés no radica en defender sus creaciones y la propiedad intelectual, su principal interés, de acuerdo a HBR, sería mantener el status quo, evitar que las reglas de juego cambien por efecto de la tecnología. Si las nuevas empresas logran innovar en tecnologías de creación de contenido y distribución las empresas grandes que apoyaban las leyes SOPA y PIPA podrían perder. Las grandes empresas se centran en innovar en métodos para incrementar precios y reducir los precios de producción, poco les conviene adoptar las innovaciones realmente significativas.

La mayoría de empresas nuevas logran su éxito desarrollando modelos de negocios que les permitan reducir el costo de sus productos hasta tal punto que resulten muy económicos o incluso gratuitos para el consumidor. Empresas como Google, Twitter y Wikipedia se pronunciaron en contra de la ley SOPA porque entienden que se convertirían en un arma para combatir tecnologías o métodos creativos que no fueran convenientes para las grandes industrias. Por ejemplo Viacom mantiene una disputa legal con Youtube, si hubieran aprobado la ley SOPA Viacom tendría la capacidad de cortar los ingresos de Youtube mientras el caso se mantuviera en la corte.

Para las empresas que impulsaban las leyes SOPA y PIPA tiene sentido desarrollar una legislación que proteja sus intereses, la estrategia de contratar lobistas que actúen en el congreso, de acuerdo a Jack Abramoff, consigue para las empresas un retorno de inversión de un 22,000%. Para las empresas tiene sentido realizar estas acciones porque son un negocio muy rentable, pero como consecuencia de la aprobación de leyes restrictivas se establecería una censura en Internet y se limitaría la innovación. De acuerdo al artículo de HBR la aprobación de las leyes SOPA y PIPA habría ocasionado que las nuevas empresas que deseen innovar se muevan fuera de Estados Unidos, restando competitividad a este país.

http://blogs.hbr.org/cs/2012/01/the_real_sopa_battle_innovators.html