Un reciente estudio realizado en Boston, Estados Unidos, demuestra que la participación regular de niños en las cenas familiares, reducir la cantidad de horas que se exponen a la televisión y aumentar en número de horas de sueño puede ayudar a frenar el aumento de peso en niños pequeños.
Los resultados del estudio muestran que, en promedio, se logró una reducción del índice de masa corporal (IMC) de 0,18 en el grupo de niños bajo supervisión, mientras que el aumento de IMC fue de 0,21 en el grupo de control. Los investigadores destacan que los niños lograron bajar de peso realizando un pequeño cambio en sus hábitos, sin modificar sus dietas.
El estudio involucró a 121 familias con niños de 2 a 5 años que dormían en habitaciones con televisión. Se invitó a las personas a participar en un programa denominado «Hábitos saludables y hogares felices», con el objetivo de animar a las familias a mantener comidas regulares en las que estuvieran todos juntos, se asegure un adecuado descanso para los niños y se retire el televisor de las habitaciones de los chicos. Todos estos cambios se introdujeron sin mencionar a las familias que los cambios estaban orientados a limitar el aumento de peso en los niños.