Investigadores de la Universidad St. Chaterine de St. Paul, Minnesota, han identificado que los niveles de salubridad de la comida rápida en Estados Unidos ha mejorado muy poco en los últimos 14 años. Los especialistas encargados del estudio indican que que utilizaron el índice de alimentación sana del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) para evaluar la calidad de los alimentos que se comercializan en las cadenas de comida rápida y descubrieron que, en general, las puntuaciones de esos establecimientos solo han aumentado de 45 a 48 desde 1998. Resulta importante destacar que por encima del 25 por ciento de adultos estadounidenses consumen comida rápida dos o màs veces por semana.
La doctora Mary Hearst, profesora asociada de salud pública de la Universidad de St. Chaterine y lìder en este proyecto de investigación, indica que los restaurantes tienen una «posición exclusiva para ayudar a mejorar la calidad de la dieta en EE. UU. al mejorar la calidad nutricional de los menús que ofrecen».
La USDA recomienda como mínimo un puntaje de calidad nutricional de los alimentos de 55, pero en general la calidad ofrecida por las cadenas de comida rápida llega solo a 48. Los investigadores indican que los restaurantes aumentaron sus puntajes de 45 a 48 en los últimos 14 años.
El estudio indica que durante el periodo estudiado, que abarca entre 1997-1998 hasta 2009-2010 las puntuaciones de los menús comercializados no han variado respecto al uso de fruta, la fruta entera, el total de verduras, las verduras de color verde oscuro y naranja, las legumbres, los granos totales, los granos integrales y los aceites. Además las puntuaciones para el uso de leche, lácteos y sodio empeoraron. Pero no todo es negativo, se registraron mejoras en las puntuaciones para la carne, la grasa saturada y las calorías provenientes de las grasas sólidas y del azúcar añadido.
El estudio tomó en cuenta la comida ofrecida en cadenas de comida rápida como: McDonald’s, Burger King, Wendy’s, Taco Bell, Kentucky Fried Chicken (KFC), Arby’s, Jack in the Box y Dairy Queen.
Hearst señaló que la ligera mejora registrada es coherente por los esfuerzos legislativos, como por ejemplo el de prohibir las grasas trans, y algunos esfuerzos del sector por crear menús más saludables, pero, para la especialista todavía «falta mucho por hacer» considerando el gran impacto que tienen las cadenas de comida ràpida en Estados Unidos.
Fuente: American Journal of Preventive Medicine, news release, May 7, 2013